Los desafíos

Superar la derrota

El PSOE debe replantearse algunas cosas y asumir que gobernar en el centroizquierda exige saber explicar las complejidades de la gestión si se quiere evitar un largo periodo de descanso en la oposición

El futuro del partido  Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba sobrevuelan Lorca, el día 12.

El futuro del partido Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba sobrevuelan Lorca, el día 12.

JOAN TAPIA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Es día de reflexión, pues pensemos. El PSOE perderá mañana. La incógnita es la ventaja del PP y qué pasará en Castilla-La Mancha, Sevilla, Asturias, Baleares¿ y Barcelona. Muchos analistas -y propagandistas del PP- dicen que se ha iniciado el fin del ciclo zapaterista abierto el 14 de marzo del 2004. ¿Por qué? El análisis de Pedro Arriola -con el que muchos socialistas coinciden- es que así como a José María Aznar le cayó encima el11-M (y no supo reaccionar), a José Luis Rodríguez Zapatero le ha caído la peor crisis desde 1929 (en un país que crecía mucho pero con un modelo obsoleto) y que era imposible que supiera reaccionar. Aunque hubiera sido premio Nobel. Es un argumento brutal. Sólido. El presidente de una multinacional europea dijo hace dos años en Madrid:«Zapatero tiene dos opciones. Puede no hacer lo que tiene que hacer, el paro subirá y perderá las elecciones. O puede hacer lo que debe, la recuperación será muy lenta y también perderá las elecciones, pero España estará mejor».

Pero hay más. Gobernar desde las banderas de la derecha es fácil. Y cuando te las tienes que comer -a veces es inevitable-, se puede distraer al personal. Gobernar desde las de la izquierda histórica (sin asumir la economía de mercado), es imposible en el mundo globalizado. Y gobernar desde el centroizquierda, desde la socialdemocracia sin dogmas, es complicado. Ya no te puedes refugiar en los tópicos habituales porque un día te son favorables y el siguiente no. Es preciso un esfuerzo de pedagogía -el socialista catalán Rafael Campalans dijo hace casi 100 años que política es pedagogía- y de convicción de la opinión pública. Saber comunicar que la política es compleja. Y ello no es fácil. Pero además es imposible si, de entrada, no se pretende.

Mala comunicación

Y Zapatero ha recurrido a la jaculatoria progresista (María Teresa Fernández de la Vega), que funciona, a medias, si todo va bien. Y al márketing oportunista, como los 400 euros y elcheque bebé, medidas sensatas en su momento pero que se vendieron como empanadillas en Lidl. Desastre.

La pasada legislatura, el Gobierno no supo comunicar la dificultad y necesidad (así está ETA hoy) del proceso de paz. Que había que separar a los de la izquierda aberzale, que quieren ser alcaldes, de los terroristas. La batalla de Iñaki de Juana Chaos no la ganó un Gobierno que empezó rindiéndose a las simplificaciones del PP. Y lo mismo pasó con el Estatut. Pasqual Maragall, Artur Mas y Josep Lluís Carod-Rovira no tuvieron su mejor momento (solo querían ganar en Catalunya) y no ayudaron a que la opinión pública española entendiera algo (Jordi Pujol lo hacía mejor, y Josep Tarradellas, mucho mejor). Pero un presidente español no puede huir de un debate que ha puesto sobre la mesa y lavarse luego las manos ante un Tribunal Constitucional dominado por el PP (y no renovado por voluntad del PP). Así no se convence, solo se demuestraalelamiento.

Al PSOE ya le faltó coraje y capacidad para explicar esos temas. Volvió a vencer en el 2008 (el paro había bajado hasta el 9,5%), pero el PP subió algo más. Debía haber sonado la alarma, pero Zapatero estaba en sumundo feliz. Y cuando topó con la realidad (marzo del 2010) de que el keynesianismo tiene un límite (que los mercados te financien el déficit), no lo supo explicar. Y parte del PSOE no lo quiso entender. Suspiraban por que fuera una gripe pasajera ignorando que, en la zona euro, el keynesianismo en un solo país es imposible.

Hemos evitado el rescate vergonzoso (y ruinoso) y estamos saliendo de la recesión, pero lo único que domina es el paro (21%). Es normal -y más que Mariano Rajoy lo esgrima-, pero el Gobierno debería haber explicado las cosas. Claro que para ello mejor no haberse montado, en el 2004, en las mieles delboominmobiliario legado por Aznar. Además, explicar la complejidad es imposible sin la complicidad de los medios. Y Zapatero tiene el mérito (único responsable) de que el equilibrio mediático en Madrid sea hoy más favorable a la derecha-derecha que con Aznar.

El PSOE va a tener que replantearse muchas cosas si quiere evitar un largo descanso en los bancos de la oposición. No solo la elección (complicada) entre Alfredo Pérez Rubalcaba (la experiencia a prueba de bomba) y Carmen Chacón (el fuerte instinto de renovación). Lo primero es aceptar que para gobernar desde el centroizquierda hay que asumir y saber explicar la complejidad (el mundo es algo más que la raya que separa a ricos y pobres). Esto Zapatero lo ha hecho fatal. Pero este desconcertante político tiene el mérito de aguantar como un jabato y explicar -en solitario y sin claca (mal)- que salvó a España por los pelos, en mayo del 2010, de una catástrofe.