ORIGINAL DEPORTE URBANO DE FUSIÓN

Palos en las ruedas

Entreno 8 Unos jugadores practican junto al CEM Ciutadella.

Entreno 8 Unos jugadores practican junto al CEM Ciutadella.

L. B./ BARCELONA

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La plaza de la Hispanitat, situada en el barrio de la Sagrada Família, es más conocida por un enorme mural en una de las paredes medianeras que simula una fachada con balcones ocupados por una treintena de personalidades tales como Pompeu Fabra, Santiago Rusiñol, Margarita Xirgu y los honorables Macià, Companys y Tarradellas. Pero la plaza también es conocida por los jóvenes como la aspirina por la pequeña pista de patinaje de forma circular que ocupa la parte central. Desde hace cuatro años, al caer la noche, la plaza es el punto de encuentro de un grupo de jóvenes de diferentes nacionalidades aficionados al bike polo, un juego por equipos que fusiona ciclismo, el polo clásico y algo del hockey.

Este grupo de amigos juega tres veces por semana. «Empezamos en el puerto, junto al World Trade Center, pero rápidamente nos trasladamos al paseo del Arc de Triomf. Y de ahí a la aspirina, donde todavía seguimos jugando los viernes», recuerda Alejando Carrillo, vicepresidente de BCN Bike Polo.

No hay pistas específicas para la práctica del bike polo en Barcelona, y eso les ha convertido en unos eternos nómadas. «Ahora también jugamos dos días a la semana en el CEM Ciutadella, en una cancha de fútbol sala al aire libre que no está mal. Y hasta hace poco jugábamos en un terreno del CEM Barceloneta. Hasta que empezamos a pinchar... ¡Estaba lleno de ortigas!», cuenta Carrillo.

DEPORTE QUE ENGANCHA

Con esos vecinos ilustres dibujados como espectadores impasibles, día sí y día también, pintados por el colectivo francés La Cité de la Creátion en 1992 por encargo del ayuntamiento, Carrillo y sus compañeros pelotean y perfeccionan la técnica.

Al consistorio le piden ahora algo de ayuda para crear alguna cancha o, en su defecto, adecuar alguna de las existentes. «Llevamos mucho tiempo aquí y le tenemos cariño a la pista. Pero la aspirina no es ni por asomo la pista más adecuada para jugar al bike polo. Ni por medidas ni por la forma. Además, estos días ha llovido y está llena de arena de los parterres», cuenta Francesc Garcia, uno de los veterano del club. «Antes había hecho bici de montaña, BMX y trial. El bike polo engancha mucho, y puede ser muy espectacular», añade Garcia.

El BCN Bike Polo cuenta con una veintena de jugadores, y están abiertos a nuevas incorporaciones. Para los que quieran probar, siempre tienen una bici disponible y mallets (palos) para jugar. «Me han dejado la bici y me he comprado el casco. Las primeras veces te puedes caer unas cuantas veces, pero no te haces daño», cuenta Marie Huguet, una francesa que lleva unos meses en Barcelona.

En los últimos cuatro meses el grupo BCN Bike Polo ha reclutado tres nuevos jugadores . «Esto se ha convertido en una pequeña familia, y cuando viajamos para jugar fuera, en otras ciudades, también», cuenta Catarina Telles, de origen portugués pero afincada en Barcelona desde hace ocho años.

El BCN Bike Polo juega actualmente la llamada Liga del Sol, formada por cinco equipos del sur de Francia, dos equipos catalanes y uno de Zaragoza.