Félix García, guitarrista: "La música en el metro tiene también el valor de culturizar"

Este músico, que impulsó la Associació de Músics de Carrer , es uno de los veteranos artistas del suburbano

El guitarrista Félix García Omella, en la parada de metro de Alfons X.

El guitarrista Félix García Omella, en la parada de metro de Alfons X.

CARME ESCALES / BARCELONA

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Antes de las siete de la mañana, Félix García Omella (Huesca, 1961) llega a Barcelona desde Sant Feliu de Codines (Vallès Oriental), donde vive. Aparca su coche en el barrio de la Trinitat, en Nou Barris, y sube al metro en la línea 4. Lleva con él su guitarra. Con ella trabaja, y sin salir del metro. Es uno de los 550 músicos vinculados a l'AMUC, la Associació de Músics de Carrer que él impulsó el año 1996, cuando empezó a haber ya bastantes artistas tocando en la calle. Apostaron por organizarse y dignificar su dedicación que, a diario, hace más amables los pequeños trayectos bajo tierra.

-¿Siempre toca en Alfons X?

-No siempre, no. Pero su acústica me gusta. La sonoridad en sus pasillos me parece muy buena. Y, como suelo dejar el coche en Trinitat, me resulta más cómodo ir a tocar ahí.

-¿Cuándo empezó a interpretar en el metro?

-En 1988. Yo vivía entonces en Madrid, y allí empecé. Eran tiempos difíciles porque más bien se nos consideraba mendigos. Con el paso del tiempo, los factores humanos y nuestra pasión han ido aflorando.

-¿Qué siente y qué deja y recoge tocando bajo la ronda del Guinardó, en la parada de Alfons X?

-La misión de la música ahí es capturar al transeúnte en un trayecto muy corto. Conseguir la persona se se pare cuando lleva en mente su destino. Pero la música en el metro tiene también el valor de culturizar. La gente puede escuchar muchos estilos diferentes. Y yo, como músico, día a día, y durante todos los años que llevo tocando en el metro también siento mi evolución personal.

-Hábleme de su repertorio.

-Sobre todo música clásica. Los arreglos de Roland Dyens, guitarrista francés, me gustan mucho. Tengo unas siete horas de temas que voy trabajando y curtiendo.

-¿Qué le llevó a implicarse en la fundación de la Associació de Músics de Carrer (Amuc)?

-Era necesario desestigmatizar a nuestro colectivo. Incluso yo llegué a preguntarme si estaba practicando la mendicidad. Recuerdo cuando desde el Ayuntamiento de Barcelona se nos dijo que el día de la boda de la infanta Cristina no podríamos tocar en las calles de la ciudad. Aquello nos alzó a todos y los medios lo recogieron muy bien.

-Habrán notado mucho la crisis.

-Sí, mucho. En el mejor momento, cuando se vendían cedés, podías ganar 300.000 pesetas. Hoy te las ves y te las deseas para salir adelante. Aunque la lucha me motiva.