Familias empresarias felices

Dos primos al frente de una empresa familiar de tercera generación se levantaron un día por la mañana con una enorme preocupación repentina. Calcularon que les faltaban diez años para la jubilación. Habían educado a sus respectivos hijos según los paradigmas de la actualidad. Les habían animado a estudiar, a marchar al extranjero a completar su formación, y se encontraban con que los que deberían relevarlos al frente de la empresa estaban completamente desvinculados. "Nos hemos quedado huérfanos de hijos", reflexionaron. El caso es real, uno de los muchos que pasa por las manos del equipo de la consultora catalana Transmmission, fundada en el 2014 al 50% por los empresarios Xavier Cambra y Ferran Fisas, presidente y consejero delegado, respectivamente.

¿Qué hacer en una situación así?. "Es un caso en el que quizás se debe plantear la posibilidad de enseñar a la familia a gobernar la empresa desde la distancia a través del consejo de familia, pero si no es posible hay que buscar otro solución, no queremos héroes, queremos familias felices", explica Fisas, séptimo de doce hermanos pertenecientes a la familia propietaria de La Farga Group, una empresa metalúrgica con más de 200 años de historia, en la que nunca ha trabajado, pero en la que se mantiene vinculado como propietario.

Transmmission se centra en trabajar con las familias propietarias para identificar los valores, la manera cómo se han transmitido, y visualizar como será la empresa a cien años vista. Su metodología se basa en la participación multigeneracional de los propios integrantes de la familia y se desarrolla en tres etapas: descubrimiento, implicación y compromiso. "Una empresa es como un ser humano que va creciendo y hay que intentar que mantenga la esencia", explica Cambra, acreditado con el Certificate in Family Business Advising (Family Firm Institute, Boston).

La firma de consultoría, que espera este año facturar 500.000 euros, ha firmado una alianza estratégica con la estadounidense Exaudi, con sede en Houston y propiedad del empresario de origen venezolano Guillermo Salazar. El objetivo es dar el salto al mercado americano, con la apuesta en EEUU, Venezuela, República Dominicana y Chile en una primera fase. Salazar, con amplia experiencia en la consultoría de empresa familiar, explica que el hecho diferencial respecto a las grandes consultoras globales o despachos de abogados con departamentos de empresa familiar es que estos asesoran a las empresas en otros ámbitos, como el legal o el financiero. "Nosotros acompañamos a la familia para dar continuidad al negocio familiar", afirma Salazar.