Temporada

Puestos a anticipar lo que puede ocurrir la próxima temporada, el verano del 2015, es fácil anticipar que será peor que el actual. No habrá récord de turistas visitantes como indican los datos difundidos ayer, con tanta ilusión como cuando el ministro del ramo, Manuel Fraga, esperaba con un ramo de flores, a mediados de los años 60 del siglo pasado,  flores al turista 10 millones al pie de la escalerilla del avión. La diferencia está en que cuando el fundador del PP contaba turistas, eran la suma de todo el año. Ahora esa cifra se alcanza casi en solo un mes. Lo perverso es pretender seguir aplicando criterios de productividad, que son diáfanos en el sector agropecuario e industrial , a los servicios.

Los contadores de visitantes como equivalente a prosperidad van a sufrir el año que viene un escrutinio que apenas atisban, el de las urnas municipales. Será en primavera (24 de mayo), demasiado tarde para impedir el aluvión ya contratado por los operadores turísticos asentados, pero suficiente para que la renovación de los gobiernos locales envíe el mensaje que ya estos días se recoge al final de temporada: los residentes de todo el año quieren otro modelo de crecimiento. Las cifras récord del 2014 pueden ser la últimas que respondan al modelo Fraga.