El segundo día de paro en Renfe y Adif complica la operación salida en tren

La segunda jornada de huelga en Renfe y Adif se desarrolla sin incidentes y con el cumplimiento de los servicios mínimos en Cataluña, aunque complica la movilidad en tren en plena operación salida de las vacaciones de agosto.

Según han informado fuentes sindicales y de la compañía ferroviaria Renfe, los servicios mínimos se están cumpliendo con normalidad en Cataluña. Con todo, el paro ha obligado a cancelar o retrasar algunos trenes, lo que está provocando las quejas de los usuarios, sobre todo los de media y larga distancia, muchos de los cuales inician hoy sus vacaciones de verano.

A las alteraciones en los servicios ferroviarios se suma el hecho de que todas las taquillas de venta de billetes están cerradas, por lo que los viajeros han de adquirir sus títulos de viajes en las máquinas de autoventa.

De acuerdo con el dispositivo de servicios mínimos establecido por el Ministerio de Fomento y el departamento de Empresa y Empleo, los trenes de cercanías y regionales prestan su servicio en un 66 % en las horas punta, entre las 06.00 y las 09.00 horas y entre las 17.00 y las 20.30 horas.

Durante el resto de la jornada solamente circula uno de cada tres trenes. En el caso de los trenes de larga distancia convencional y alta velocidad, se ofrece un servicio del 77 %, mientras que en los Avant los servicios mínimos se han fijado en el 63 %.

Los viajeros con billetes adquiridos con antelación por los servicios afectados por la huelga pueden solicitar su cambio o reembolso sin ningún coste adicional en las estaciones o agencias de viaje.

Los afectados pueden obtener más información al respecto en el teléfono 902 320 320, en la web de Renfe (www.renfe.com) y en el twitter @Renfe.

Los sindicatos han convocado este paro para denunciar el deterioro que, en su opinión, se está produciendo en el servicio por la falta de personal, al tiempo que reclaman un incremento de la plantilla acorde con las previsiones de crecimiento de la actividad.

Los sindicatos convocantes consideran además que el empeoramiento del servicio y la falta de personal es una estrategia para privatizar las compañías.