CONGRESO SINDICAL

Un relevo diferente en la UGT de Catalunya

Álvarez cederá el testigo a un tándem en busca del equilibrio respecto al proceso soberanista y entre sectores

Matías Carnero muestra a Josep Maria Álvarez un documento sobre la adjudicación del Audi Q3 a Martorell en el 2009. 

Matías Carnero muestra a Josep Maria Álvarez un documento sobre la adjudicación del Audi Q3 a Martorell en el 2009.  / periodico

ANTONI FUENTES / BARCELONA

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La victoria de Josep Maria Álvarez Josep Maria Álvarez frente a Miguel Ángel Cilleros en una votación desarrollada en una noche toledana tiene muchas connotaciones internas y externas en Madrid y en Barcelona. Álvarez ha derrotado, en realidad, a Cándido Méndez, el valedor de Cilleros, en el segundo intento. El primero lo protagonizó el dirigente de la UGT de Catalunya en 1995 como mano derecha del líder del metal Manuel Fernández 'Lito', que plantaron cara a Méndez y forzaron un congreso extraordinario que el sucesor del histórico Nicolás Redondo intentó aislar trasladándolo a un colegio ubicado en la periferia de Madrid. No sirvió de mucho puesto que la prensa fue testigo, a través de micrófonos colocados en las ventanas del salón de actos de la escuela, de las gruesas palabras que se lanzaron los partidarios del aparato y los renovadores encabezados por Lito y Álvarez. 

El segundo asalto de aquel combate cerrado en falso, por compromiso con la organización, se ha llevado a cabo, 21 años después, con dos de los mismos protagonistas. Seguro que Álvarez ha recordado durante los cuatro intensos y tensos días del congreso a su viejo aliado Lito, recientemente fallecido. El proyecto de Álvarez es, en buena parte, el mismo de Lito y por eso la federación del Metal ha sido una de las primeras en dar pleno apoyo al candidato catalán. En el fondo, se trata de una rebelión de algunas uniones territoriales y federaciones contra lo que consideran un poder excesivo y mal administrado de la ejecutiva confederal. Por ello, a partir de ahora la nueva ejecutiva elegida en el congreso procederá a descentralizar competencias hasta llegar a las secciones sindicales de las empresas y a sus delegados, los que pueden salir más reforzados de este proceso de refundación

EXPERIMENTO EN CATALUNYA

Ese proyecto también tiene que implantarse en Catalunya, donde curiosamente Álvarez ha actuado con la fuerza y el respeto que le han dado 26 años de mandato sin apenas voces críticas, como mínimo en público. Por ello, la marcha del secretario general más veterano de los agentes sociales supondrá un reto cultural y organizativo para la UGT de Catalunya, afectada también por el debate generado por el proceso soberanista y el impacto de la crisis en la central. Después de ir preparando el terreno para tener candidatos para tomar el relevo durante casi 12 años, Álvarez dejará el cargo en Catalunya en un congreso que se celebrará en abril y en el que el sindicato probará un nuevo formato de "dirección colegiada" ante la marcha atrás del delfín natural, el dirigente de UGT en Seat Matías CarneroMatías Carnero

Carnero ocupará la figura nueva de presidente "ejecutivo", tal como recordó recientemente él mismo a la prensa. En el tándem de dirección estará el nuevo secretario general, el ahora responsable de política sindical y exdirigente de JERC y exafiliado de ERC Camil Ros. En el fondo subyace el debate sobre el rumbo del sindicato desde la posición central a favor de un referéndum de autodeterminación en Catalunya, pero sin apoyar formalmente la independencia, una posición muy alejada de muchos dirigentes como Carnero procedentes de feudos industriales del cinturón rojo de Barcelona. Al mismo tiempo, la industria no perderá peso frente al aparato del sindicato.