HISTORIAS MÍNIMAS

Con el móvil en la cocina

¿Qué cocino hoy? es una herramienta para quienes prefieren cocinar sin perder el tiempo

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MAX JIMÉNEZ BOTÍAS / BARCELONA

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«Este era un proyecto de una sola persona. Emprendimiento individual con el autoempleo como objetivo», explica Pablo Rey, un vallisoletano que ha conseguido unir una vocación profesional vinculada a la tecnología con el gusto personal por la gastronomía y la cocina. La conjunción de los planetas culinario y tecnológico ejerció una clara influencia para el alumbramiento de ¿Qué cocino hoy? (QCH), una aplicación para móviles y tabletas, una app -para ser más exactos- con la que los cocinitas pueden acceder a cualquier receta.

Pero, ¿Google no hace ya algo parecido?, se podrá preguntar el lector. La respuesta es que no lo hace igual. Se diría que QCH aporta mucho más valor añadido. Así, al menos, lo considera el Banc Sabadell, que en la tercera convocatoria de su programa de alto rendimiento empresarial BStartup 10 ha incluido a QCH entre las cinco empresas -seleccionadas entre 500- que se beneficiarán de los 100.000 euros del programa, así como del asesoramiento del equipo de emprendimiento del banco y del de Dídac Lee, que colabora con la entidad en la búsqueda de talento emprendedor.

No es esta la única referencia sobre los atributos del proyecto: cuando Rey realizó la primera app para iPhone -«ni siquiera tenía un iPhone», explica-, en la primera semana tras llegar al mercado fue aplicación destacada de Apple y llegó a ser la número uno en España, por delante de Whatsapp y Facebook. «El éxito fue brutal», por lo que Rey la replicó en formato para tableta y para los sistemas operativos de Android, Amazon y Blackberry. «Me falta el sistema Windows, pero voy a esperar a ver qué pasa con esa plataforma antes de hacerla», dice.

La prueba del algodón, además  de haber sido aplicación destacada en España y Lationamérica, es que lleva ya casi dos millones de descargas acumuladas. Tiene más de 3.200 recetas de cocina proporcionadas por partners y usuarios. Eso sí, es gratuita para el usuarios. Mensualmente entran más de 100.000 usuarios únicos.

El negocio está en la publicidad. La aplicación incorpora banners. Además, se pueden comprar funcionalidades que dan la opción de desbloquear filtros avanzados para buscar rectas. O comprar voces que leen las recetas. Son voces de hombre y mujer en castellano de España y de Latinoamérica. El usuario paga 99 céntimos por la voz. «Pero en el futuro lo convertiremos en una suscripción mensual. En Spotify se paga 10 euros mensuales, y tienes toda la música», compara Rey. De hecho, su competencia en Japón ya lo hace, y le funciona.

Quizá este sea el punto oportuno para explicar que el producto en sí ahorra tiempo al usuario comparado con cualquier otro buscador: «Mucha gente tiene la ansiedad de saber qué va a cocinar hoy. A mí me pasaba y tenía que emplear media hora en Google, como mínimo, para encontrar lo que quería». QCH ha simplificado los procesos de búsqueda: por título, por grupo y, la más innovadora, por ingredientes principales. «Miras qué tienes -bacalao, ajos y tomates- y de ahí puede salir un arroz con bacalao o un bacalao al ajoarriero», describe.

El sistema, además, calcula automáticamente los ingredientes para el número de personas que van a comer. «Me consta que en algunos pueblos lo utilizan para hacer una paella popular», cuenta. Lo cierto es que funciona rápido, porque es off line, no necesita conexión a internet, a menos que se visionen vídeos. Y está pensado para que el usuario pueda llevarse el teléfono o la tableta a la cocina: no se apaga la pantalla, con lo que no es necesario tocarla con las manos enharinadas.

La aplicación tiene una apartado de e-commerce. Vende equipos de cocina propios y de la firma Lekue. Pero Rey no sabía mucho de esta actividad, por lo que llevó el proyecto a la aceleradora de empresas Seedrocket. «Allí me quedó claro que esto no podía ser un proyecto de autoempleo, sino una start-up», lo que ha puesto a QCH en su segundo estadio: la expansión. «Si yo no invierto, cualquier competidor se podría hacer con el mercado».

El objetivo es crecer, fidelizar al usuario, captar nuevos clientes y realizar un esfuerzo en markéting on line para aumentar la facturación. «Comenzaremos a contratar y en el 2016 volveremos a tener beneficios», espera.