MERCADO LABORAL

El paro sube en agosto con la mayor destrucción de empleo desde el 2008

MERCEDES JANSA / MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Agosto ha vuelto a mostrar que es un mes malo para el empleo: sube el número de parados y deja al descubierto el carácter temporal de la contratación porque salen del mercado laboral personas vinculadas a servicios educativos que no volverán a la actividad inmediatamente. En esta ocasión la subida ha roto una racha de cinco meses continuados de descensos y es la antesala de un próximo cuatrimestre que, con el fin de la temporada estival, pone de relieve la fragilidad de un modelo de actividad basada en la contratación vinculada al turismo.

El incremento de 14.435 parados inscritos en las oficinas de empleo público es menor, en todo caso, que el de hace un año y fija el número de personas sin empleo en 3.697.496. En comparación con agosto del 2015 son 370. 459 parados menos. En términos desestacionalizados, el desempleo se ha reducido en más de 24.000 personas respecto de julio.

En paralelo la destrucción de empleo es muy relevante y alcanzado cotas desconocidas en un mes de agosto desde el 2008. En un mes la Seguridad Social ha perdido 144.997 cotizantes, la mayoría en el régimen general y en concreto en el sector de la educación. No obstante, en comparación con hace un año el sistema ha ganado algo más de 519.000 afiliados.

PESO DEL TURISMO

¿Por qué si aún hay actividad turística, principal fuente de contratos, se produce tal destrucción de empleo? O dicho de otra forma, ¿cómo es posible que en un año que va a registrar otro récord de turistas extranjeros el paro ha crecido en plena temporada? Hay varias respuestas.

En primer lugar que la contratación de temporada está ajustadísima. Además, el empleo vinculado al turismo tampoco es el que más ha crecido en agosto, ligeramente por encima están las actividad sanitarias y servicios sociales.

En segundo lugar, hay un sector que prácticamente echa  el cierre en agosto y ha quitado 58.000 cotizantes al sistema. Se trata de servicios de comedor, guarderías, actividades extraescolares o campamentos. Estos trabajadores han vuelto al paro del que no saldrán inmediatamente.

La característica del tejido laboral que subyace tras los datos de agosto es la precariedad que impone la contratación temporal. Y los números son muy elocuentes. En agosto el número de contratos realizados ha subido el 16,32% respecto del 2015, pero solo el 7,24% son indefinidos. Los temporales a tiempo parcial representan el 32,6%.

La inseguridad también se extiende a los que no tienen trabajo entre los que cada vez hay menos personas que están protegidas por una prestación: poco más de dos millones de trabajadores, el 57,7%, cuando hace un año era del 58,5%. El gasto total en prestaciones se ha reducido en un 10%.

PERSPECTIVAS

En agosto se mantiene una cierta inercia en la creación de empleo, que se irá reduciendo o moderando –solo el Gobierno niega que haya una desaceleración-- en septiembre, octubre y noviembre, como otros años. Habrá que esperar a diciembre para que mejoren las cifras por la contratación en el comercio para la campaña navideña.  

"Si el nivel de consumo de las familias se mantiene, el panorama será menos complicado", explica Andreu Cruañas , presidente de la patronal de las empresas de trabajo temporal (ETT’s),  Asempleo. En todo caso reconoce que la gente consume más si tiene expectativas o confianza en la situación política y económica. Cruañas asegura que sin Presupuestos Generales del Estado (PGE) falta una palanca para políticas activas, contratación pública  o gasto en inversión productiva que corregirían algunas situaciones.

Por lo que respecta al medio plazo, aún está por ver el efecto del 'brexit' en la industria turística. Ahora su impacto ha sido nulo porque los británicos ya tenían contratados sus viajes. Otra cosa será, explica Cruañas, a comienzos de año, cuando se note con más intensidad la devaluación de la libra, y el sector turístico haga planes de contratación según las previsiones de viajeros.