SALÓN DEL AUTOMÓVIL DE BCN

El nuevo Pive impulsará el mercado automovilístico al millón de coches

Preparativos en el estand de la marca Mini en el Salón del Automóvil de Barcelona el día antes de la apertura de la muestra a la prensa y profesionales del sector.

Preparativos en el estand de la marca Mini en el Salón del Automóvil de Barcelona el día antes de la apertura de la muestra a la prensa y profesionales del sector.

ANTONI FUENTES / BARCELONA

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El secretario general de la Federación de Concesionarios (Faconauto), Blas Vives, alteró el guión del congreso de la organización para dar paso a una noticia de última hora. «El ministro de Industria acaba de confirmar que habrá Pive 8». Los centenares de directivos de concesionarios reunidos en Barcelona saludaron la noticia con un estruendoso aplauso. Con los 225 millones que tendrá el nuevo plan de ayudas a la compra de coches, el sector espera superar el millón de vehículos vendidos este año, lo que supondrá la mejor cifra desde el 2008.

El ministro José Manuel Soria optó por tranquilizar a los concesionarios reunidos junto al recinto de Fira de Barcelona en el que se abrirá al público el sábado la edición número 38 el Salón del Automóvil. «Tendremos un octavo plan Pive, el último de esta legislatura, pero será el más amplio, de 225 millones», aseguró Soria en una entrevista en Catalunya Ràdio. Con este anuncio, que concreta la dotación económica del plan, pone en bandeja la llegada con alfombra roja del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el viernes a una cumbre con los directivos de la automoción.

NUEVO REQUISITO

Tal como ya había avanzado Faconauto, la ayuda del nuevo Pive se reducirá de los 2.000 euros que había hasta ahora a 1.500, de los que la mitad la aporta el Ejecutivo y el resto las marcas y los concesionarios. El objetivo de esa reducción es que favorecer un aterrizaje suave del mercado que evite desplomes de ventas. Por tanto, los 225 millones permitirán subvencionar a un máximo de 300.000 coches, dependiendo de las familias numerosas -que tienen más ayuda- que se acojan al plan.

El presidente de Faconauto, Jaume Roura, agradeció la confirmación y pidió al Gobierno que ponga en marcha con celeridad el dispositivo administrativo y técnico necesario para tramitar los pagos de la subvención y evitar así los retrasos de otras ediciones anteriores. La dotación económica anunciada por Soria responde a la petición que habían hecho tanto Faconauto como la Asociación de Fabricantes (Anfac) con el fin de garantizar que los consumidores dispongan de subvención hasta final de año.

La duración del Pive 8 dependerá del ritmo de ventas y del efecto que tenga el nuevo requisito introducido en el tramo final del Pive 7 de exigir una antigüedad mínima de un año en la titularidad del coche viejo que se da a cambio así como que esté al día de la ITV. Ese cambio intenta poner fin al mercado de coches fantasma que ya no circulaban pero cuya compra por unos 500 euros permitía al cliente ser beneficiario de los 2.000 euros por enviarlo al desguace. La exigencia ha hecho que el ritmo de ventas se haya ralentizado por lo que es posible que los fondos duren algo más que en anteriores ediciones del plan, según reconoció Roura.

Aunque el presidente de Faconauto y el conjunto del sector se nieguen a aceptar que se trate del último Pive, el Ejecutivo advierte que será así. Pero el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, planteó, cara al 2016, sustituir la subvención por rebajas fiscales en el impuesto de matriculación y en el de circulación como vía alternativa para incentivar la renovación del parque automovilístico, en el que el 53% de los coches tienen más de 10 años, según alertó la consultora Audatex.

RENTABILIDAD

García Legaz defendió que el Pive «no puede continuar de forma permanente y es necesario que llegue un día en que el mercado funcione por sí solo». «Otros países -destacó- renuevan el parque automovilístico de forma estructural con la fiscalidad, para lo que será necesario una reforma de acuerdo con  autonomías y ayuntamientos».

Roura se mostró abierto a estudiar la reforma fiscal si «beneficia a los consumidores», aunque destacó las ventajas que ha tenido el Pive hasta ahora al permitir que los concesionarios vuelvan a la rentabilidad (con una media del 0,90% de beneficio sobre ingresos) y hayan contratado a 5.700 trabajadores.

El presidente de Anfac, José Luis López-Schümmer, reiteró que el mercado necesitará el apoyo público hasta que llegue al nivel mínimo de 1,2 millones de unidades.