CONFLICTO ENTRE PRODUCTORES

La nueva guerra del cava

Cata 8 Presentación de Clàssic Penedès en la Fàbrica Moritz de Barcelona, ayer.

Cata 8 Presentación de Clàssic Penedès en la Fàbrica Moritz de Barcelona, ayer.

JOSEP M. BERENGUERAS / BARCELONA

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Más allá de los debates del posible boicot por el debate nacionalista, del producto utilizado en el anuncio de la Lotería de Navidad y de las burbujas de una de las grandes compañías del sector, el mundo del vino espumoso catalán vive estos días un nuevo debate, aunque esta vez interno. Y es que 14 bodegas del Penedès han decidido abandonar la DO Cava y lanzar su propia marca, Clàssic Penedès. Bajo este sello, comercializarán desde estas fiestas sus espumosos ecológicos de calidad para diferenciarse de la marca cava y ganar la batalla del precio y la exportación.

"No es una cuestión que haya surgido ahora, sino que se trabaja desde hace tiempo. Es una grieta que se ha ido haciendo grande con los años, y que ha culminado con nosotros creando nuestra propia marca", explica Josep Maria Albet i Noya, presidente de del consejo regulador de la DO Penedès.

Clàssic Penedès quiere diferenciarse de su hermana mayor con la calidad como principal baza. La elaboración de sus productos se realizará siguiendo el método tradicional, y todos los vinos tendrán un envejecimiento mínimo de 15 meses (en la DO Cava son nueve meses). Además, la uva siempre será de la viña de la comarca del Penedès, cultivada de forma ecológica. Y todo ello, bien indicado para que el consumidor "sepa qué compra". "Queremos diferenciarnos de los espumosos masivos con producto de gran calidad", añade.

La ruptura con la DO Cava, según Albet i Noya, se puede resumir en que se ha intentado ampliar tanto el proyecto para llegar más lejos, que al final se ha perdido la esencia. "En el Penedès nunca hemos dejado de hacer espumosos, y hasta hace 26 años todos esos espumosos se vendían como Penedès. Con el boom del cava, la previsión de las tres-cuatro grandes empresas hizo ampliar el mercado del suministro, y poco a poco se perdió la idea inicial: calidad", explica. Según Albet i Noya, esta presión de los grandes también había provocado que bajo un mismo sello se vendiese todo el producto (también el de baja calidad), y que cuando intentaban exportar, "las puertas se cerraban rápidamente porque los precios -bajos- los marcaban los grandes". Ahora, con su DO, buscarán todo lo contrario: "Queremos un nombre e imagen diferente, que no tenga nada que ver con el cava, y que la percepción sea de espumosos de gran calidad".

Al proyecto de Clàssic Penedès ("calidad antes que cantidad") se han unido de momento 14 bodegas, entre ellas Albet i Noya, Colet, Loxarel, AT Roca y Mas Bertran, y la producción inicial será de unas 150.000 botellas anuales, aunque esperan alcanzar las 600.000 cuando todas las viñas estén adaptadas a la producción ecológica. "Queremos que las bodegas pequeñas y medianas se nos unan. En 8-10 años podríamos llegar a una producción de 10 millones de botellas", explica Albet i Noya.

SALÓN CAVA PREMIUM

Mientras, en la DO Cava, no están preocupados por la iniciativa. "No nos gusta que se vaya nadie, pero todos son libres de hacer lo que crean más conveniente. Se van porque querían hacer cosas no permitidas en las condiciones de la DO Cava", argumenta Pere Bonet, presidente del Consell Regulador del Cava. Justamente el lunes, la DO Cava organizó el Salón Cava Premium, para poner en valor sus cavas Reserva (más de 15 meses de crianza) y Gran Reserva (más de 30). Bonet prevé una "buena Navidad" que confirme que cerrarán el año con una cifra de ventas similar a la del año pasado: 240 millones de botellas vendidas.