Los expertos alertan sobre los riesgos de la fuga de cerebros

El drama del desempleo, con 6,2 millones de afectados en el primer trimestre de este año, ha llevado a un número creciente de españoles a emigrar en busca del trabajo que no encuentran aquí. Los expertos que participan en el suplemento+Valorque se publicará mañana con EL PERIÓDICO advierten de los riesgos sociales y económicos de la nueva migración del siglo XXI, que puede afectar a cerca de 200.000 personas, según algunas estimaciones.

Aunque la ministra de Empleo, Fátima Báñez, quita hierro al fenómeno al equipararlo con un periodo formativo, los profesores y catedráticos universitarios consultados por+Valorlo comparan en algunos casos con una fuga de cerebros que puede descapitalizar el mercado laboral español, pero que también supone una innegable válvula de escape para los afectados por el desempleo y la recesión económica.

«Hay clarísimas señales de alarma sobre la destrucción de tejido investigador y sobre la interrupción de los programas específicos destinados a la captación de talento», advierte Ramon Xifré, profesor de economía de Esci-UPF. José García Montalvo, de la UPF, subraya que «el talento es un bien escaso que se disputan los países con los objetivos claros».

MÁS MADUREZ PROFESIONAL / Para Joan Antoni Alujas, profesor de la UB, «a corto plazo, este éxodo puede considerarse un peligro para el propio desarrollo del mercado laboral español, puesto que puede perder el potencial de algunos profesionales que pueden aportar conocimiento y una mayor productividad» a la economía de España. Sin embargo, Alujas matiza que los emigrados volverán a España «con una mayor madurez profesional».

En una línea similar, Eva Perea, profesora de la Universidad Abad Oliba-CEU, afirma que «si bien es cierto que los jóvenes se pueden marchar, también pueden regresar y en todo caso, mientras tanto, reforzarán en el extranjero la marca país». En opinión de Enric Tufet, director de gestión corporativa de La Salle Campus Barcelona-URL, «la cuestión fundamental no es cómo evitar que el talento se vaya, sino qué hacemos para que vuelva».

Para Guillermo Bueno y María Mora, de la patronal Foment del Treball, el reto es «dar la vuelta a la situación y volver a ser un polo de atracción de talento e inversiones». Y para ello, advierten, además de algunas reformas pendientes, es necesaria más actividad empresarial.