Industriales previsores

La Fundación per a la Indústria adquiere la sociedad Prevint, especializada en el control de riesgos laborales

Crecimiento 8 Sede de la funcación en Sabadell.

Crecimiento 8 Sede de la funcación en Sabadell.

ALBERT SEGURA / SABADELL

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La Fundació per la Indústria, nacida del antiguo Gremio de Fabricantes de Sabadell, ha dado un nuevo golpe de efecto dentro de su estrategia es intenciones para fomentar la reindustrialización del territorio con la compra de la sociedad de prevención de riesgos laborales Prevint. El objetivo de esta operación es potenciar la productividad y la competitividad de las empresas, pero en especial de las relacionadas con la industria.

Tras la compra a la Mútua Intercomarcal por 2,5 millones de euros la fundación pretende mantener el centenar de empleados actuales y las 10 delegaciones repartidas por todo el territorio. Los compradores incluso prevén aumentar el número de oficinas para dar un mejor servicio. La Fundació per a la Indústria dará entrada en el accionariado de Prevint, cuya sede central está en Barcelona, a algunas instituciones empresariales, principalmente del Vallès, el Bages Barcelona.

La operación ha sido posible gracias a la nueva legislación, en la que se obliga a las mutuas patronales (mutuas de accidentes laborales) se desprendan de las sociedades dedicadas a la prevención laboral. Este precepto abrió un nuevo escenario en el mercado en el que empresas de capital riesgo y del sector asegurador decidieron tomar posiciones y reforzarse en este negocio. El riesgo era una excesiva concentración e incluso, en algún caso, el alejamiento de las sedes de los intereses de sus clientes.

«Decidimos entrar en esa competición porque entendemos que la Fundació per la Indústria se tiene que preocupar de la productividad y del fomento industrial, y no lejos de las empresas, porque un recurso tan importante como este tiene que tener el centro de decisión cerca de las empresas», apunta Antoni Garrell, vicepresidente de la fundación.

En todo caso, al ser una entidad sin ánimo de lucro que no tiene que repartir dividendos a sus accionistas puede trabajar con «precios reales», asequibles para las empresas y sin aprovecharse de las ventajas de mercado de un proceso de concentración, explica Garrell.

La decisión permitirá abrirse a un abanico más amplio de clientes, respondiendo de este modo a las nuevas necesidades del mercado. «Crece el número de autónomos emprendedores, con problemáticas específicas, y de pymes que exportan a todo el mundo», señala Garrell.

La apuesta pretende, de igual modo, llegar a todos los rincones de Catalunya por igual, siguiendo el espíritu de fomentar la reindustrialización sin concentrarla en una área especifica, y relanzar a la vez la economía catalana.