Iluminando medio mundo desde Terrassa

La empresa Lamp ha sorteado la crisis gracias a la expansión internacional

FACTORÍA.  La planta de producción de lámparas en Terrassa.

FACTORÍA. La planta de producción de lámparas en Terrassa.

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La empresa Lamp, fabricante de productos de iluminación, ha sorteado la crisis en España con un producto de calidad que se ha adaptado a las necesidades del cliente, sea de la parte del mundo que sea. Lamp es una empresa familiar que nació en 1972 en Terrassa, centrada en satisfacer las necesidades en el ámbito local. A finales de los años 70 se expandió por Catalunya, y una década más tarde, al resto de España. La expansión obligó a adaptar el negocio a una estructura más industrial.

En la década de los años 90 la compañía llevó a cabo el cambio más destacado. «Implantamos estrategias de I+D y dimos el salto a la internacionalización abriendo nuestra primera empresa filial en Santiago de Chile», señala el director general, Ignasi Cusidó. El cambio vino acompañado de una renovación en el producto ofrecido, fabricado íntegramente en Terrassa, y que incorporó la iluminación exterior a su catálogo, que estaba centrado en la de interior, sobretodo en el ámbito de las oficinas.

La firma centró sus esfuerzos en internacionalizar su actividad comercial. Se implantó en Chile y en Francia, como puntos de partida para expandirse por Sudamérica, Europa y Asia. Desde entonces han abierto oficinas comerciales en Londres, Pekín y Kuala Lumpur, entre otras ciudades. Esta vinculación directa en un país le ha permitido ganar varios proyectos públicos internacionales de gran envergadura, como el alumbrado de la Asamblea Nacional de Hanói, en Vietnam, o del World Trade Center de Doha (Dubái), o la adjudicación de la luz de una nueva línea de metro en Santiago de Chile. «No lo habríamos conseguido si no hubiésemos estado instalados en el país», señala Cusidó.

Ahora negocian con las autoridades de Camboya la iluminación de un nuevo aeropuerto. Del proyecto se haría cargo el responsable de la oficina de Bangkok, a solo tres horas en avión: «Sería impensable decir que no, por no poder llegar a tiempo desde Barcelona», apunta. También tienen filiales industriales en México y Colombia, donde se ensamblan parte de los productos fabricados en Catalunya. Hoy la empresa dispone de 200 empleados, 80 de ellos en el extranjero. En el 2014 obtuvo una facturación de 17 millones de euros, y para este año prevé un aumento de entre el 8% y el 10%. ALBERT SEGURA