La flexibilidad de Alstom

Alstom España concluirá con las medidas de flexibilidad de la planta de Santa Perpètua de Mogoda que afectan a los 2.000 trabajadores en octubre cuando la empresa tenga en marcha todos los proyectos internacionales, cuyos concursos ha ganado en solitario o en colaboración con grupos constructores. Antonio Moreno, presidente en España explicó ayer en rueda de prensa que en el tercer trimestre de este año puede acabar el expediente temporal de empleo (ERTE) que afecta a la plantilla durante 24 meses y con un máximo del 70% del tiempo de trabajo. «Es posible que a finales de este mismo año podamos volver a contratar», comentó.

Para ello, tan solo hace falta que la compañía de transporte ferroviario se adjudique alguno de los proyectos internacionales por los que ha licitado, entre los que se encuentran el Metro de Panamá y el de Lima, el tren de cercanías de Melipilla (Chile), el tranvía de Lieja y más trenes para el Metro de Londres. Además, la firma se ha adjudicado otros proyectos internacionales en Santo Domingo, México, Catar, Argelia y Australia, cuya carga de trabajo para la planta de Santa Perpètua permitirá acabar con las medidas de flexibilidad laboral.

Si a los que ya tiene suma uno de los que está pendiente, la compañía podría contratar a finales de este año a entre 100 y 120 personas para hacer frente a los nuevos pedidos. Actualmente, la planta catalana funciona a un 30% de su capacidad, pero espera estar a plena producción ya durante el último trimestre.

La compra de Alstom por la estadounidense General Electric no afectará sustancialmente a la planta catalana, aunque se ha definido un poco más su mercado objetivo. Será el centro de referencia internacional en el grupo para proyectos de tranvía en todo el mundo -fabricará, por ejemplo, el nuevo modelo de tranvía X05-, así como metros, suburbanos y cercanías para el área de Latinoamérica.

Además, aspira a captar oportunidades en el mercado español como los encargos que Renfe pueda hacer en materia de alta velocidad, la posibilidad de conectar con tranvía toda la Diagonal de Barcelona -«la alcaldesa de Barcelona ha manifestado su opinión favorable a ese proyecto», comentó Moreno-, o bien las unidades que pudieran encargarse para la línea 9 del Metro de Barcelona.

Moreno, que reconoció que la fábrica todavía está en pérdidas, hizo hincapié en la reducción de costes laborales introducida para poder hacer frente a la crisis del mercado interno, y añadió que tras este período de ajustes «ahora tiene que venir la recompensa» para la fábrica en forma de contratos.