MERCADO LABORAL

FemCat anima a los empresarios a contratar a personas con discapacidad

En Catalunya hay 280.000 personas diagnosticadas en edad de trabajar y la tasa de ocupación del colectivo es del 36%

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La asociación FemCat ha hecho este jueves un llamamiento a los empresarios a que apuesten por la integración laboral de las personas con discapacidad y a que esta situación "no sea vista como un acto de caridad, sino de normalidad". FemCat, fundación privada e independiente que agrupa a un centenar de directivos y empresarios catalanes, quiere ayudar a las sociedades a vencer el miedo que a menudo genera la contratación de personas con discapacidad física o intelectual y a que faciliten su incorporación al mercado laboral.

En Catalunya hay actualmente 514.000 personas con una discapacidad reconocida, 280.000 de ellas en edad de trabajar, aunque la tasa de ocupación en este colectivo es del 36%.

"Queda muchísimo trabajo por hacer, queremos que esta tasa crezca de manera significativa", ha afirmado en rueda de prensa el presidente de FemCat, Pau Relat, que considera que la mejor manera de hacer que las personas discapacitadas tengan una vida plena es incorporándolas al mercado de trabajo.

CONTRATACIÓN POR CONVICCIÓN

La ley vigente establece que las empresas de más de 50 trabajadores deben contar, como mínimo, con un 2% de personas con discapacidad. FemCat, sin embargo, cree que la incorporación de estas personas a las empresas "no se tiene que hacer por obligación, sino por convicción", y que para ello hay que normalizar esta situación, desmintiendo falsos mitos y dando a conocer sus beneficios.

Xim Raurich, del Grup Tramuntana, ha destacado que esta apuesta por la contratación de personas con discapacidad tiene que estar liderada por el propio empresariado, que ha de ver esta opción como una cuestión estratégica y como un acto libre y socialmente responsable.

Para que la integración sea un éxito es necesario identificar qué empleos pueden desarrollar las personas con discapacidad y formarlas en los procesos y rutinas de trabajo, algo que las empresas pueden hacer con el apoyo de entidades de acompañamiento especializadas en estos colectivos.

Raurich ha constatado además que no es cierta la asociación de discapacidad y absentismo, que este colectivo no supone un coste más elevado para las empresas y que, en general, su incorporación mejora el ambiente laboral y resulta una experiencia enriquecedora para todos los implicados.