Escocia, la valiente

Escocia debe ser de las pocas naciones europeas que no cuenta con un himno oficial. Existen, no obstante, varios oficiosos. El más popular de ellos es la bella canción Flower of Scotland (flor de Escocia), la más empleada cuando compiten sus selecciones deportivas. El segundo más habitual es Scotland, the brave: Escocia, la valiente. «Se alza en su fama guerrera, / Escocia, mi montañoso hogar, / que tu orgulloso estandarte / ondee alto y glorioso», se canta en su estribillo.

Si los inversores tuvieran que buscarse un himno para cantar cada mañana en la apertura de las bolsas, desde luego no hablaría de coraje. El dinero, se suele decir, es miedoso. Y es verdad hasta cierto punto: no le gustan las incertidumbres, como la que suponía que los escoceses decidieran dar carpetazo a su pertenencia al Reino Unido. También es cierto, no obstante, que el dinero es valoroso en ocasiones, concretamente cuando ve la oportunidad de obtener cuantiosos beneficios.

Pero no era el caso. Los inversores habían apostado por el no a la separación y ayer celebraron con subidas el resultado. Pero los responsables de decidir sobre el dinero propio y ajeno son difíciles de contentar cuando están con la mosca detrás de la oreja. Se olvidaron rápidamente del referéndum y decidieron volver a sus preocupaciones habituales, como la debilidad de la recuperación, alentada por los rumores de bajada de la nota crediticia de Francia. El Ibex 35, que llegó a subir el 2%, cerró con un alza del 0,1% (1,03% en la semana), a los 11.001,9 puntos, con la prima de riesgo en los 115 puntos básicos.