EVOLUCIÓN DESIGUAL EN LAS GRANDES ECONOMÍAS

El crecimiento anémico de la zona euro preocupa a la OCDE

El organismo revisa a la baja sus previsiones para este año y el que viene

EVA CANTÓN / PARÍS

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Las grandes economías mundiales no acaban de pisar el acelerador del crecimiento y siguen dando muestras de ralentización, una evolución especialmente preocupante en el caso de la zona euro, que se enfrenta, además, al riesgo de deflación (la caída sostenida de precios) en un contexto geopolítico marcado por la crisis de Ucrania y la situación en Oriente Próximo.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuyo secretario general es Ángel Gurría,  revisó ayer a la baja sus previsiones de crecimiento para el 2014 y el 2015 en el informe Perspectivas que actualiza el pronóstico que había hecho el organismo en mayo.

Entre las principales conclusiones destaca la anemia en la zona euro, que solo incrementará su PIB en un 0,8% este año y un 1,1% el 2015, lo que significa que se queda cuatro y seis décimas por debajo, respectivamente, de la anterior previsión de la OCDE.

El economista jefe de la OCDE, Rintaro Tamaki, advirtió en una conferencia de prensa de que en la moneda única «las cosas pueden ir todavía peor» porque los actuales niveles de inflación próximos a cero dificultan los ajustes de productividad que siguen siendo necesarios entre sus países miembros.

En todo caso, la situación no es idéntica en todas las potencias que comparten la moneda única. Según los datos del estudio, que se centra solo en los tres principales economías de la zona --Alemania, Francia e Italia- Berlín seguirá siendo la locomotora con un crecimiento estimado del 1,5% tanto para 2014 como para el 2015 a pesar de que también tendrá un PIB por debajo de las expectativas de hace cuatro meses.

La economía francesa, por su parte, no pasará de un modesto 0,4% de crecimiento en el 2014, que es la cifra que adelantó la pasada semana el propio Gobierno francés y supone cinco décimas menos de lo que la OCDE esperaba hace cuatro meses. El panorama de Francia en el 2015 no es tampoco muy optimista al registrar un 1%. La peor parte, sin embargo, se la llevará la economía italiana porque seguirá registrando este año una recesión del 0,4% empeorando en nueve décimas su anterior previsión. El próximo año, Italia se recuperará ligeramente, con un ritmo del crecimiento del conjunto de su economía del 0,1%.

Ritmo desigual

Frente a la parálisis de la eurozona, el resto de las grandes economías, aunque sin despegar del todo, se desenvuelven algo mejor. «Existe un grado de crecimiento divergente. La recuperación en EEUU es sólida, está en marcha en Japón y China mientras que se refuerza en la India. Sin embargo, en la zona euro parece condenada a seguir siendo débil a corto plazo», sostiene el informe.

Un paisaje económico desigual, exige, según la OCDE, apuestas políticas diferentes en función de la zona pero siempre bajo la premisa de que la recuperación mundial vendrá de la mano de un apoyo sostenido a la demanda.

En el caso concreto de la eurozona, el organismo reclama una nueva actuación del Banco Central Europeo (BCE) para esquivar la amenaza de un escenario deflacionista, con un descenso continuado y persistente del nivel general de los precios. Eso sí, comparte con el BCE su preocupación por la euforia de los mercados financieros, a los que considera «desconectados» de la economía real. Eso, a su entender, puede conducir a un «brusco reajuste».

A la recuperación mundial le pueden pasar factura igualmente los peligros ligados al conflicto irresuelto en Ucrania, los nuevos aires bélicos en la zona de Oriente Próximo o la incertidumbre sobre la eventual independencia de Escocia, así como la debilidad de las economías emergentes si EEUU decide endurecer su política monetaria.