A la caza de inversión

Pau Sendra, consejero delegado de Wayna, busca 150.000 euros para automatizar procesos e impulsar el márketing de su compañía, que ofrece viajar un fin de semana a un destino europeo sorpresa por un precio cerrado de 150 euros, con el vuelo y dos noches de hotel. El truco es que aprovechan la última hora de los asientos que vuelan vacíos. «Despegamos hace dos meses y presentamos el proyecto en el Mobile World Congress con muy buena aceptación», explica este ingeniero aeronáutico catalán.

Wayna, como las otras 13 empresas que en el último año ha auspiciado Lanzadera (el proyecto de apoyo a emprendedores impulsado por Juan Roig) participó el jueves pasado en un investors day investors dayque reunió a más de 110 inversores interesados en entrar en una segunda ronda de financiación del programa, que comenzó hace un año con un préstamo inicial de hasta 200.000 euros por proyecto. «Si miras a la lista de inversores en este país en start up, estaban todos. Y algún extranjero», explica el director general de Lanzadera, Javier Jiménez, sorprendido por las expectativas superadas.

«Tener a tantísima gente con los oídos abiertos para nosotros es una oportunidad que no se encuentra todos los días», dice Andrea Garí. Trendzo, la plataforma web que ha lanzado para que empresas de comercio minorista encuentren locales temporales donde presentar producto o realizar venta directa, necesita también 150.000 euros. «Queremos crecer tanto en oferta como en demanda», dice Garí, que explica que el dinero irá a reforzar el márketing on line y el desarrollo de producto.

Álex Casals y sus dos socios tienen ya dos tiendas físicas Dotten abiertas en Barcelona y necesitan 200.000 euros para abrir dos más. Estos tres catalanes han actualizado un clásico: su negocio es la sastrería a medida masculina, desde complementos como cinturones y corbatas, hasta ropa interior o camisas, que son su producto estrella, y venden a 49 euros y puede elegirse entre 300 tipos diferentes de tela. A final de año quieren tener ya cinco establecimientos funcionando, con una facturación de 600.000 euros. Casals, su consejero delegado, no oculta que su plan es ambicioso: «empezamos con una colección de ocho corbatas y en tres años esperamos tener 10 tiendas abiertas y salir a otros países».

Pero aunque la oportunidad de ir de la mano de Lanzadera supuso para estos emprendedores «acelerar» un proyecto que tenían claro, de aquí al verano falta, tal y como asume Jiménez, la parte más dura para «transformar las buenas sensaciones en operaciones de compra». Entre todos los proyectos esperan captar 3,1 millones.