La banca mediana se alía para limitar las comisiones en sus cajeros

La mayor parte de los bancos que operan en España, excluyendo a los tres grandes (Santander, BBVA y CaixaBank), han decidido aliarse para que sus clientes puedan sacar dinero en los cajeros de la competencia sin coste o con una comisión bastante inferior a los dos euros. Las entidades, así, han anunciado la creación de dos grupos, uno organizado en torno a Sabadell y Bankia y otro alrededor del Popular y Bankinter, que permitirán a los clientes de los bancos de estas alianzas usar las terminales del resto de entidades asociadas en condiciones preferentes.  

El sector se adapta así a la norma aprobada hace unos meses por el Gobierno para evitar la doble comisión en los cajeros. El Ministerio de Economía reaccionó de esta manera a la decisión de CaixaBank, seguida por BBVA y Santander (aunque estas dos instituciones no llegaron a ponerla en la práctica), de cobrar dos euros a los no clientes que sacaran dinero en sus terminales. Esta comisión se sumaba a la que le cobraba el banco emisor de las tarjetas y de hecho suponía un doble pago por un mismo servicio, una práctica prohibida por la normativa.

Pese a ello, la situación legal de estos cobros era discutible y por ello el Ejecutivo se vio impulsado a legislar. El departamento dirigido por Luis de Guindos decidió que solo puede haber una comisión, la que le cobra el banco dueño del cajero al banco emisor de la tarjeta del no cliente que utiliza el terminal. Esta segunda entidad, a su vez, debe decidir si repercute o no la tasa a su cliente. Economía dio al sector de plazo hasta enero para adaptarse a este nuevo sistema, de manera que las entidades pudieran establecer alianzas entre sí si así lo deseaban.  

0,65 EUROS MÁXIMO

La alianza más importante de las dos que se han formado es la constituida por Bankia, Sabadell y las entidades de la agrupación Euro 6000 (las antiguas cajas de ahorros Kutxabank, Ibercaja, Liberbank, BMN, Abanca, Unicaja-Caja España Duero, Cajasur, Caixa Ontinyent, Caixa Pollença y CecaBank). En realidad se trata de una actualización del que alcanzaron en septiembre, antes de que el Gobierno legislara en octubre. En conjunto suman 17.808 cajeros, el 37% de la red total (Euro 6000 aporta 9.003, frente a los 5.559 de Bankia y los 3.246 del Sabadell), de los que 1.019 están en la provincia de Barcelona.

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Estas entidades han acordado repercutirse entre ellas un coste de 0,65 euros por cada operación realizada en sus cajeros con tarjetas emitidas por el resto de bancos de la alianza, sea cual sea la cuantía de la extracción. Las entidades de Euro 6000, entre ellas, se limitarán a 0,45 euros. "En función de su política comercial, cada entidad repercutirá este coste en todo, en parte o eximirá del mismo a sus clientes", han explicado en una nota. Es decir, que los usuarios pagarán más o menos en función de su grado de vinculación con su entidad (si tienen domiciliada la nómina o no, si tienen una hipoteca contratada, etc). El acuerdo deja libertad a los firmantes para que apliquen la comisión que crean oportuna al resto de bancos no asociados. Lo que en la práctica supondrá que estas entidades cobrarán en torno a los dos euros a los clientes procedentes de otras alianzas o redes.

CANTIDADES DISTINTAS

La otra es la conformada por Popular, Bankinter, Cajamar, Laboral Kutxa, las entidades del grupo Caja Rural y Deutsche Bank. En conjunto suman más de 8.143 dispensadores de efectivo, casi un 19,7% del total. Estas entidades han suscrito acuerdos bilaterales entre ellas, pero no han precisado a qué cantidad ascenderá la comisión máxima que se cobrarán, sino que se han limitado a afirmar que habrá "tarifas especiales". Bankinter y Popular ya han anunciado que no trasladará la tasa a sus clientes, pero Cajamar ha dejado la puerta abierta a hacerlo.

Frente a estos acuerdos, Santander, BBVA y CaixaBank, que todavía no han hecho públicas su posición oficial, se decantan por permanecer ajenos a las alianzas. Salvo sorpresa, cobrarán una cifra de en torno o algo por debajo a dos euros al resto de bancos cuyos clientes utilicen sus cajeros. Los tres grandes afirman que con ello buscan rentabilizar su inversión, pero al mismo tiempo ponen en dificultades a bancos que operan sin red, como ING.

Una de las consecuencias de este nuevo mapa es que deja de tener vigencia la anterior política de comisiones en función de la pertenencia de las entidades a las distintas redes de medios de pago (Servired, 4B y Euro 6000). A partir de ahora todo dependerá de los acuerdos bilaterales suscritos entre las entidades y de la estrategia de cada banco emisor de trasladar o no a sus clientes las comisiones que le sean aplicadas por la entidad propietaria del cajero.