90 años en la carretera

El transporte por carretera ha pasado de ser un suplicio a disfrutar de amplias comodidades, no solo en los evolucionados modelos de asiento, sino también en las prestaciones que ofrece a los pasajeros. Una de las compañías que puede dar cuenta de ellos es Moventia, que este año celebra 90 años de historia en los que se ha convertido en protagonista y testigo del transporte discrecional de pasajeros.

El viaje comenzó en Sabadell el año 1923 de la mano de Miquel Martí Adell. Con un solo autobús, creó una línea de transporte urbano en la cocapital vallesana, en pleno crecimiento dado su eminente papel industrial, sobretodo textil. La magnitud de aquella ciudad incipiente afloró la necesidad de acercar puntos que no parecían tan lejanos, pero que se podían aproximarse con un transporte regular.

Hasta el estallido de la Guerra Civil, la empresa creció de manera progresiva, primero enlazando Sabadell con las ciudades del entorno y posteriormente desembarcando en Barcelona. Eso obligó a la compañía a ampliar la flota en 15 autobuses y la plantilla en 50 trabajadores. Su proyección se vio truncada en 1936, cuando la empresa fue confiscada y colectivzada al considerarse un servicio público.

Ciudades industriales

Pasada la guerra, la empresa se tuvo que reinventar. Fueron años complicados, pero la compañía apostó fuerte para reflotar el imperio que había levantado en sus primeros 15 años de vida. La segunda generación de la familia Martí dio un nuevo impulso, aprovechando el crecimiento que, una vez más, las ciudades industriales estaban experimentando a mediados de los años 60.

Sabadell, Cerdanyola o Barcelona esperaban el paso de los autobuses colorados, «el coche», que muchos contemporáneos aún suelen decir para referirse al transporte de referencia, ya fuese para ir al trabajo o para «bajar al pueblo», expresión muy habitual de los vecinos del barrio de Montflorit para desplazarse al centro de Cerdanyola del Vallès.

La expansión los llevó a crecer en paralelo fuera de Catalunya, con líneas de servicio urbano en ciudades como Córdoba o Zaragoza. A su vez, la familia Martí optó por ampliar el negocio y diversificarse hacia la distribución de automóviles, con un concesionario en Sabadell, la ciudad que vio nacer a la empresa, y reinventarse. Dicho crecimiento ha seguido hasta hoy, con la tercera generación al mando y la presidencia de Miquel Martí. Eso ha permitido a la empresa ser un referente de la movilidad. Actualmente transporta 90 millones de personas cada año en 71 ciudades y cuenta con unos 2.100 empleados y colaboradores.