La 'City' se interesa por el ladrillo barcelonés

Cluttons es una compañía de servicios inmobiliarios con más de 250 años de historia en Londres. Gobernada por socios privados, comenzó su actividad en la gestión inmobiliaria rural. Más tarde evolucionó lo suficiente para participar en el proceso que le permitió a la capital británica pasar de un espacio de condominios a la urbe que esa ahora. "Londres está básicamente dividida por zonas de propietarios que poseían tierras rurales y granjas, y que más tarde se han convertido en zonas urbanas de viviendas y oficinas y comercios", afirma Steven Morgan, socio de Cluttons. Pero esas antiguas familias, incluida la realeza británica, siguen manteniendo la propiedad de buena parte de esos activos. "Tradicionalmente han sido los clientes de Cluttons" cuenta Morgan.

A través de esos exclusivos clientes, la inmobiliaria acabó por llevar a cabo un proyecto para el emir de Bahréin en 1976, lo que resultó una invitación a su expansión internacional. En los últimos 40 años, ha abierto oficinas en seis países del Golfo. En el 2008 se planteó conseguir un objetivo de ingresos procedentes del exterior del 50% de la facturaciónl

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Prácticamente ese objetivo se alcanzó en el 2016, cuando tuvo ingresos de 48 millones de libras (52 millones de euros), con una plantilla de 600 empleados. Su presencia internacional se extiende también a varios países europeos, y desde el año pasado también en Barcelona.

PACTO SOCIETARIO

En septiembre pasado alcanzó un acuerdo con Gesco Real Estate, una firma inmobiliaria vinculada al grupo de gestión e inversión Gesco, participado por Roger Parellada, Isidre Valldosera y Josep Benito. El Pacto societario es simple: Cluttons aporta su red internacional de clientes y Gesco la experiencia en el mercado inmobiliario -e inversión- de Barcelona, el Maresme y Costa Brava. "Nuestra actividad en la ciudad se centrará en Sarrià-Sant Gervasi, Eixample, Ciutat Vella, Diagonal Mar, Poble Sec y Gracia. Los otros distritos no son nuestro objetivo", explica Valldosera. Se trata de las zonas con una mayor valoración de precios. 

Cluttons realiza operaciones en el mercado residencial, oficinas y hoteles. Pero no es inversor directo. Gestiona las inversiones de sus clientes. La compra de un edificio en la calle de la Cera, en Barcelona, para rehabilitarlo y luego alquilarlo. O la adquisición de un edifico de oficinas en la calle Àvila (22@), que compró para un inversor internacional, y que al cabo de un año se vendió a un 'family office' local. "Creemos que llegamos al mercado de Barcelona en el momento apropiado", afirma Morgan. Y recuerda que desde que el mercado inmobiliario de Londres comenzó a despegar, transcurrieron cerca de tres lustros de bonanza. "Vemos 15 años de crecimiento en el mercado de Barcelona", vaticina.