Andreu Mas-Colell: «La tesorería de la Generalitat sigue en una situación delicadísima»

Tras un 2011 complejo, Andreu Mas-Colell dibuja el segundo ejercicio de un ajuste más apoyado ahora en los ingresos y el control extremo de las cuentas.

-Las previsiones apuntan a un año malo ¿Habrán sido en vano los recortes de gasto para cumplir con el objetivo de déficit?

-La dirección en la que vamos es la adecuada. Ha supuesto un esfuerzo extraordinario. Es cierto que el entorno económico no acompaña ya que la previsión es de caída del PIB. Es muy mala noticia para nosotros y para Europa.

-Y con austeridad...

-Confío en que Europa reaccione. Si actúa de forma coordinada puede seguir una política de austeridad intensa, moderada o incluso razonablemente expansiva, si es consciente de que Europa necesita crecimiento. Hay elementos de política actual que van en esta dirección, como la del BCE. Pero las instancias dominantes en Europa, o sea Alemania, aún están enrocadas en una política muy estricta de austeridad.

-¿Nos forzará a más austeridad?

-Estamos comprometidos con un déficit del 1,3% del PIB en 2012. El 2011 ha sido muy incómodo para Catalunya por no estar en estos escenarios, pero priorizamos la credibilidad. Y esa incomodidad no la podemos repetir.

-¿Deberán cambiar previsiones?

-Planificamos un ajuste de dos años para situarnos dentro de los esquemas prescritos. Eso está incorporado en el proyecto de presupuesto, que tiene unos márgenes de seguridad garantizados por el fondo de contingencia. La previsión de ingresos es incierta ya que el Estado aún no ha presentado sus presupuestos. Si el compromiso es del 1,3% y los escenarios marcados por Europa no cambian, eso significa que durante el año tendremos que estar ojo avizor para asegurar que nos movemos dentro del camino prescrito.

-¿Ha mejorado la caja del Govern, tras el impago de los 759 millones del Estatut?

-El problema está pendiente. Los seguimos reclamando. La tesorería en diciembre estuvo tensionada al extremo por el cierre de los mercados de crédito y la sorpresa desagradable de que 759 millones con los que contábamos no nos fueran transferidos. Si a una tesorería permanentemente delicada le añades una perturbación de esta magnitud, la sitúas cerca del límite.

-Pero ¿ha mejorado?

-El cierre de los mercados sigue. La situación de tesorería continúa siendo delicadísima, pero no esperamos sorpresas desagradables como en diciembre. El nuevo Gobierno ha mandado los mensajes correctos para facilitar la viabilidad de la tesorería de las autonomías y los ayuntamientos. En todo caso, debe haber mecanismos sistemáticos y transparentes que garanticen, y a un coste razonable, la disponibilidad de crédito autonómico.

-¿Habrá más emisiones de bonos para remontar la situación?

-No cerramos ninguna puerta. Nos gustaría poder contar con un esquema que tuviera mayor proporción de deuda a largo plazo. Falta conocer los detalles sobre cómo serán las líneas del ICO o el desarrollo de un mecanismo que asegure una garantía estatal directa o indirecta sobre el crédito autonómico. Pensamos que esa es la vía. Ahora la urgencia requiere que sea extraordinaria, pero debería haber un planteamiento ordinario y sistemático de este tema.

-Los 759 millones sí que aumentarán el déficit del 2011 ¿no?

-Fuimos prudentes: no incluimos en los presupuestos el adelanto del fondo de competitividad pese a que muchos nos lo aconsejaban, pero los fondos de la disposición adicional del Estatut estaban pactados y asegurados, no había duda de que el Estado cumpliría. Pero en noviembre vimos que comenzaba la lógica del «vuelva usted mañana». No sé qué hará la Intervención del Estado en términos contables, pero nosotros nunca contaremos los 759 millones como parte del déficit catalán.

-En el Consejo de Política Fiscal se pactó reducir más organismos ¿Qué se hará en Catalunya?

-Me abstuve explícitamente por la imprecisión. No se puede hablar de duplicidades y no de competencias. Cuando ves que la lista podría incluir museos y hospitales, ves que no se puede hablar a la ligera. Prevemos suprimir el 25% de entes en 4 años, pero sería un error confundir racionalización y reducción. Reducir por reducir no garantiza eficiencia.

-¿Aceptan el control previo de sus presupuestos?

-Trasladar exactamente los mismos criterios de Bruselas con respecto a España sería razonable, pero no más que eso. No creo que España acepte que Bruselas le revise los presupuestos línea por línea. Autonomía financiera supone capacidad de confeccionar el presupuesto según tus prioridades de política económica.