El aliado de los excursionistas extraviados

La rapidez del servicio de emergencias 112 es crucial en cualquier circunstancia, pero si se desconoce la ubicación de la persona en apuros la operación se complica. Excursionistas, esquiadores y otros deportistas de montaña pueden verse en situaciones críticas sin saber exactamente dónde están. Sin embargo, su móvil sí puede dar las coordenadas, gracias al GPS. La app Alpify simplifica el proceso, lo que, además del evidente beneficio para el afectado, ahorra costes. «Cada minuto de rescate cuesta unos 1.300 euros», destaca el creador de Alpify, Guillem Viladomat.

Los usuarios que activan esta aplicación están localizables por los servicios de emergencias donde la compañía tiene acuerdos. El 112 actúa entonces de dos maneras: si el usuario pide ayuda con el móvil o si sus allegados dan la alarma. Además de la ubicación, Emergencias accederá a otra información, como si el usuario tiene wifi, el nivel de batería del móvil y el número de teléfono de un conocido.

Viladomat conoce los riesgos de la montaña. Su abuelo, Francesc Viladomat, fundó la estación de esquí andorrana de Pas de la Casa-Grau Roig, que ahora forma parte de Grandvalira. Fue tras la desaparición de un joven, al que hallaron inconsciente, cuando a Guillem se le ocurrió un servicio de geolocalización para rescates.

La idea era una app para Grandvalira, pero cuando pidió asesoramiento al emprendedor Dídac Lee, este le aconsejó venderlo a otras estaciones. Después se adaptó para que sirviera en cualquier zona, también urbana. El Cos de Bombers d'Andorra fue su primer cliente, en junio del 2013. La app es gratuita; la compañía vende la licencia de uso a estaciones de esquí y gobiernos (lo tienen Euskadi, La Rioja, Cantabria, Aragón y Extremadura). «Todos los gobiernos autónomos tienen nuestra oferta sobre la mesa. También Catalunya, pero no responde», dice Viladomat.

Alpify está en la aceleradora de empresas Inspirit, de Lee. En noviembre, completó una ronda de financiación de 400.000 euros (a la que acudieron Caixa Capital Risk y familias andorranas) con la que esperan expandirse a los Emiratos Árabes Unidos, Latinoamérica y Europa del Este. En sus primeros 12 meses facturaron unos 300.000 euros.