EMISIONES CONTAMINANTES

Alemania investiga a otros fabricantes por el 'dieselgate'

Las autoridades amplían los controles a 23 marcas además de Volkswagen

Un coche Volkswagen estacionado en un taller en Londres.

Un coche Volkswagen estacionado en un taller en Londres.

CARLES PLANAS BOU/ BERLÍN

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El escándalo de Volkswagen (VW) puede tomar una dimensión mucho mayor. La Autoridad Federal del Transporte Motorizado de Alemania (KBA) anunció ayer que ampliará la investigación por fraude medioambiental a otras marcas de automóviles tras detectar niveles de emisiones contaminantes por encima de lo permitido. «Se han comprobado elevados valores de óxidos de nitrógeno (NOx) en distintas condiciones de conducción y ambientales», reza el comunicado de la KBA.

Después de que en septiembre estallase el escándalo de VW, conocido como dieselgate, la KBA inició una revisión paralela y generalizada de otros vehículos para evitar futuras sorpresas. La lista incluye hasta 50 modelos investigados de otros 23 fabricantes alemanes e internacionales. Entre otras, las germánicas BMW y Daimler, cuyos dirigentes ya habían reiterado que no incumplen las reglas. En el ámbito internacional también figuran nombres de pesos pesados del sector como Ford, Nissan, Volvo, Toyota, Hyundai, Alfa Romeo o General Motors.

«Hay indicaciones verificadas de terceras partes sobre emisiones contaminantes inusuales», apuntó el organismo. Aunque la KBA no quiso especificar aún qué marcas o modelos estarían violando la normativa, la agencia aseguró estar en conversaciones con los fabricantes de automóviles que se han visto afectados por los resultados obtenidos. Después de valorar esos resultados el caso de las emisiones podría derivar en consecuencias legales.

PRUEBAS

La KBA remarcó que ha estado realizando pruebas en entornos reales para conocer si los vehículos estaban manipulados y afirmó que hasta el momento se han llevado a cabo dos tercios de las mediciones. El anuncio llega después de que este fin de semana el ministro de Transportes, Alexander Dobrindt, afirmase que Alemania está realizando pruebas a diferentes vehículos diésel de fabricantes nacionales y extranjeros. El miembro del Ejecutivo informó que la Unión Europea está trabajando en aplicar pruebas de emisiones más duras para que se repita el escándalo.

Si se comprueba que otras marcas han engañado a las autoridades y a sus clientes en todo el mundo el escándalo diluiría la presión temporalmente a VW y supondría un duro golpe para el sector del automóvil mundial de la misma manera que el dieselgate está dañando la reputación de la industria alemana. Además de que ofrecería la imagen de que lo que hizo VW no fue una excepción.

El gigante de la automoción alemán fue denunciado inicialmente por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) de los Estados Unidos, que destapó la manipulación de 9,5 millones de vehículos de la marca para falsear los datos de emisiones contaminantes. El pasado 4 de noviembre VW abrió un nuevo capítulo en la peor crisis de su historia reciente al confesar que hasta 800.000 de sus vehículos incumplían los límites de emisiones de CO2, incluidos 92.000 motores de gasolina. El dióxido de carbono está mucho más controlado que el NOx porque se lo vincula directamente con el calentamiento global.