COMISIÓN PARLAMENTARIA SOBRE LA RESPONSABILIDAD DE LAS CAJAS

La Agència Catalana de Consum desconocía el problema de las preferentes en el 2011

El exdirector de la entidad insinúa que era el Banco de España y la CNMV quienes tenían que haber ejercido mayor control

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La Agència Catalana de Consum (ACC) no fue consciente de que las comercialización irregular de las participaciones preferentes y deuda subordinada fue un problema en el 2011, cuando se comercializaron masivamente este tipo de productos con un elevado perjuicio para los clientes de las entidades financieras. El exdirector de la ACC, entre el 2007 y el 2011, Jordi Anguera, ha destacado hoy que la actuación de la agencia en ese periodo en el sector financiero se concentró en evitar el sobreendeudamiento de las familias. "En el momento de la venta de las preferentes no éramos conscientes de que eso era un problema".

Anguera se ha defendido de las acusaciones de pasividad e ineficacia por parte de algunos de los portavoces parlamentarios en la comisión de investigación en el Parlament sobre las responsabilidades derivadas de la actuación y la gestión de las entidades financieras y la posible vulneración de los derechos de los consumidores, señalando hacia los organismos de supervisión. Aunque no lo ha dicho directamente, ha apuntado hacia el Bando de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV): "Quien decidió que computaran [preferentes y deuda subordinada] como recursos propios [el Bando de España] sabía que generaba un problema. Quien lo decidió podía haber tomado medidas de control", ha señalado durante su comparecencia en la comisión.

Anguera ha defendido que, en su mandato, la ACC fue particularmente activa en la defensas de los derechos de los consumidores, pero que sus actuaciones se concentraron en los ámbitos en los  en los que recibieron más reclamaciones, básicamente en el sector de las telecomunicaciones  y el sector aéreo. También se actuó en el ámbito del sobreendeudamiento para evitar que las empresas que se dedicaban a la reagrupación de créditos "hipotecaran de por vida" a los consumidores.

Sin embargo, y pese que las entidades financieras inundaron el mercado con esos productos, Anguera ha precisado que en ese periodo, la comercialización de preferentes no se percibía como un problema. "No fue hasta que los clientes de los bancos que tenían estos productos dejaron de percibir los intereses cuando se puso de manifiesto la situación", ha señalado para reconocer luego que fue un engaño: "En las preferentes se ha vulnerado los derechos de los consumidores, se omitió información relevante y hubo engaño a consumidores que no daban el perfil adecuado. Entiendo que sí se vulneraron sus derechos porque no se dio la información relevante", ha dicho Anguera.