Fiat generalizará en todas sus plantas el ajuste salarial pactado en la fábrica de Turín

La estrategia empresarial utilizada por Nissan de condicionar el futuro de las plantas de Zona Franca y Montcada a la aceptación por parte de los trabajadores de medidas de ajuste salarial y flexibilidad laboral no es única. El grupo italiano Fiat utilizó el pasado junio una estrategia similar en su fábrica de Pomigliano y más recientemente, la semana pasada, ha utilizado la misma táctica en su planta de Mirafiori en Turín. Y no solo eso, sino que piensa generalizar el plan de contención aprobado en referendo en la histórica factoría turinesa al resto de plantas del país. Así lo ha avanzado este martes el consejero delegado de la compañía, Sergio Marchionne, en declaraciones al diarioLa Repubblica.

Preguntado sobre si Fiat aplicará el ajuste salarial pactado en la planta de Mirafiori a las fábricas de Melfi y de Cassino, Marchionne asegura que "no hay alternativa". "No podemos vivir en dos mundos. Espero que una vez vean cómo funciona el acuerdo (en Mirafiori), los trabajadores (de Cassino y Melfi) no querrán vivir en dos mundos", ha señalado el máximo responsable del grupo. Marchionne ya había advertido de que un acuerdo de ajuste laboral era condición sine qua non para que la empresa invirtiera en Italia 20.000 millones de euros de aquí al 2014 para doblar la producción. 

Marchionne también se muestra dispuesto a incrementar los salarios, una vez mejore la productividad de las fábricas, para equipararlos a los de Francia y Alemania. "Estoy dispuesto", ha asegurado, antes de insistir en que Fiat no piensa vender Alfa Romeo ni los vehículos industriales agrupados bajo la marca Fiat Industrial.

Votación decisiva

Los trabajadores de la planta turinesa aprobaron el pasado viernes por una ajustada mayoría el plan de contención acordado en diciembre entre la mayor parte de los sindicatos y la dirección de la compañía. Elsí se impuso con 2.735 votos a favor (54,05%), frente a los 2.325 votos en contra (45,95%), en un referendo que comenzó el jueves por la noche y terminó el viernes por la tarde y que registró una participación del 94,2%.

El resultado de esta votación era del todo decisivo para la supervivencia de la planta, después de que la alianza de Fiat con la estadounidense Chrysler y los últimos movimientos del grupo italiano hicieran crecer los temores a que el grupo planeara ir reduciendo la producción en Italia.

Revisión de turnos y de permisos

En el referendo de Fiat, los trabajadores dieron su apoyo al plan acordado entre la dirección del grupo y la mayoría de sindicatos el pasado 23 de diciembre, que prevé una inversión conjunta entre Fiat y Chrysler de 1.000 millones de euros para la planta y que cuenta con el rechazo de dos sindicatos, entre ellos la Federación de Empleados Operarios Metalúrgicos (FIOM), división del mayoritario CGIL.

El acuerdo, que también contempla la producción de 280.000 vehículos al año de Suv Chrysler y Alfa Romeo en Mirafiori, prevé, a cambio, nuevos turnos rotatorios de trabajo, con más horarios nocturnos y extraordinarios, y nuevas normas sobre los permisos de enfermedad, el derecho a huelga y las pausas, aspectos considerados más conflictivos.