Los efectos de la crisis en las arcas públicas

La caída de los ingresos acrecienta el déficit que padece la Generalitat

AGUSTÍ SALA / Barcelona

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los ingresos de la Generalitat van a menos. En los primeros nueve meses de este año, los recursos no financieros descendieron hasta los 16.392,8 millones de euros, con una caída del 8% con respecto al mismo periodo del año pasado. El desfase entre los ingresos y los gastos se disparó hasta los 4.123 millones, lo que ha obligado a «un enorme esfuerzo de contención del gasto», aseguran fuentes oficiales.

Tras el ajuste de las cuentas realizado en junio, el compromiso adquirido en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera es cerrar el año con un déficit del 2,4% del producto interior bruto (PIB), lo que significa 4.713 millones de euros. Quedan tres meses y 600 millones de déficit para llegar al objetivo.

La evolución hasta septiembre, muy marcada por el recorte experimentado en los impuestos directos, forzó al Ejecutivo catalán a elevar la deuda hasta los 6.377,5 millones, casi el 30% más que en los nueve primeros meses del ejercicio pasado para cuadrar las cuentas, según se desprende de la ejecución presupuestaria a 30 de septiembre.

Con respecto al año pasado, la Generalitat ha ingresado en lo que va de año 2.200 millones menos. En promedio, cada día entran en las arcas que gestiona elconseller de Economia, Antoni Castells, unos 44,9 millones y salen 56,2 millones.

En el capítulo de los ingresos se recoge un desplome del 26,74%,en los impuestos directos, que corresponde a una estimación más realista de ingresos por el IRPF parte del Estado. De hecho, en agosto pasado, tras la liquidación de las cuentas del 2008, a la Generalitat le salió a devolver al Estado 690 millones, que pagará a un plazo de cuatro años con uno de carencia. Previsiblemente, eso volverá a producirse también al liquidar los presupuestos del 2009.

IMPUESTO DE SUCESIONES / Al ajuste en los ingresos procedentes del

IRPF se añade el desplome de la recaudación del impuesto de sucesiones, que se reduce el 27%, hasta los 522 millones. No es que se hayan producido muchas menos muertes y, por tanto, herencias o donaciones sino que se notan los efectos de la rebaja por fases de este tributo, que entró en vigor en enero pasado.

En el apartado de los gastos, que aumentaron hasta septiembre apenas el 0,98%, destacan las caídas en los apartados relacionados con inversiones, que son los que soportan el grueso del ajuste. Así, las inversiones reales, 707,8 millones, bajaron el 10,25% y las transferencias de capital, que son aquellas inversiones que realizan organismos y empresas públicas, con 904 millones, experimentaron un retroceso del 10,45%.

Uno de los capítulos que sube son los gastos financieros, que reflejan las dificultades que el Ejecutivo catalán encuentra para financiarse. Este apartado, 620,6 millones, registró un aumento del 7,48%. También suben, el 17,9%, los gastos corrientes. En cuanto a los gastos de personal, la ejecución hasta septiembre refleja una ligera caída del 0,35%, hasta los 3.849 millones.