'Coworking', mucho más que una oficina

En los últimos cinco años, el número de espacios compartidos de trabajo ha crecido: solo en Barcelona hay más de un centenar. Estos locales facilitan sinergias y "generan dinámicas de colaboración", explica David Esteban, administrador de Transforma BCN

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LUIS BENAVIDES

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En los últimos cinco años, el número de espacios de 'coworking' ha crecido exponencialmente. Los 'freelance' valoran cada vez más salir de la soledad de su casa y trabajar en esta suerte de oficinas con facturas compartidas. Estos profesionales, cuyas carreras están relacionadas mayormente con las nuevas tecnologías y la creatividad en general, suelen tener suficiente con una mesa, una silla y una conexión a internet para llevar a cabo su labor profesional. Pero un espacio de coworking les ofrece mucho más: el contacto con otros profesionales.

Sinergias. Los coworkers repiten esta palabra cual mantra. En biología, según reza la Real Academia Española, la sinergia es el “concurso activo y concertado de varios órganos para realizar una función”. En materia laboral se podría definir como “nuevas oportunidades laborales a través de la conexión entre los diferentes miembros del espacio compartido”.

TRANSFORMA BCN

La figura del gestor encargado de conectar a los diferentes profesionales marca la diferencia entre alquilar un despacho y trabajar en un verdadero espacio de 'coworking'. “Uno de nuestros objetivos principales como gestores del espacio es que los diferentes 'coworkers' se conozcan y generar dinámicas de colaboración para que surjan oportunidades. Aquí la mayoría son creativos, relacionados con el diseño, la fotografía, el periodismo; creadores de videojuegos o traductores para apps”, explica David Esteban, administrador de Transforma BCN (Consell de Cent, 394), un 'coworking center' abierto a mediados del 2013 en el corazón del Eixample. “Organizamos comidas mensuales con esta finalidad. También afterworks con alguna justificación –continúa Esteban–, ya sea un aniversario o una despedida, en los que juntamos hasta 70 personas”.

Mabel Cueto, de 40 años, es abogada especialista en propiedad intelectual. En su primer año en Transforma BCN ha conseguido un buen puñado de contactos, algunos de los cuales han requerido sus servicios. Trabaja sola, a su ritmo, pero acompañada. “El espacio me encanta porque es céntrico y amplio, pero lo mejor es compartir techo con otros profesionales. Buscaba algo así porque durante un tiempo trabajé desde casa y no me gusta. Se echa de menos poder hacer consultas o simplemente tomar un café para desconectar”, cuenta la abogada, de origen dominicano pero afincada en Barcelona desde hace casi un década.

Al margen de las sinergias, que con un poco de suerte ayudarán al 'coworker' a facturar mucho más, el factor humano pesa mucho a la hora de seguir trabajando en un espacio compartido. “La gente que lleva un tiempo trabajando en casa viene aquí porque nota que le falta algo: socializar. Además, muchos quieren diferenciar la esfera personal o familiar y el entorno de trabajo de manera física”, cuenta Esteban.

El horario en Transforma BCN es de 9.00 a 21.00 horas de lunes a viernes. “En un futuro quizás abramos el fin de semana, pero cerrar el sábado y domingo es una manera de facilitar la conciliación familiar”, bromea el encargado del 'coworking', con experiencia en dirección hotelera. “Eso me enseñó –apunta Esteban– la importancia de anticiparse a las necesidades del huésped.”

Transforma BCN cuenta actualmente con 77 'coworkers', de unos 35 años de media. “Raramente coinciden más de 40 aquí, porque tenemos diferentes modalidades: jornada partida, móvil y fijo. Todas ellas incluyen el uso del espacio de lunes a viernes, sala de reuniones, participar en las actividades y descuentos en los cursos y talleres”, explica el cofundador del espacio, con más de 1.000 metros cuadrados de superficie diáfana. “Abrir un 'coworking' no es ningún pelotazo. Invertimos mucho dinero en estos bajos porque empezamos de cero. Que si la luz, que si poner baños… Abrimos con lo mínimo y hemos ido creciendo gracias a las donaciones de los propios 'coworkers' y vecinos. Uno trae un sofá, que tenemos en el recibidor, otro puso el mural… Es un espacio en constante transformación, y de ahí el nombre. Queremos que este espacio sea lo que desea la gente”, cuenta Esteban, quien destaca el “huracán de ideas”, algo así como una herramienta de participación comunitaria. “Más que una comunidad, somos una familia”, aclara.

GARDEN

Ttrabajar como 'freelance', por cuenta propia, ¡sin jefes!, es una opción cada vez más extendida entre jóvenes y no tan jóvenes. Unos se hacen autónomos en un primer momento obligados por la situación actual del mercado laboral, en el que las grandes empresas se empeñan en externalizar algunos apartados de su producción. Otros son trabajadores independientes por convicción, con una idea de negocio o senda profesional muy clara en la cabeza. En este segundo grupo se encontraba Marta Soler, diseñadora de interiores y de producto al frente del espacio de 'coworkingGarden (Planeta, 12), una gran nave situada en el corazón de Gràcia.  “Abrir este centro de trabajo me permitía, entre otras cosas, disponer de un gran espacio que sola nunca me podría permitir”, bromea Soler, quien ahorró durante años trabajando por cuenta ajena para evitar hipotecarse.

Soler es la ideóloga, la fundadora, la propietaria y la gestora del espacio, inaugurado hace tres años. “Mi fiesta de los 30 años fue aquí. Organicé una fiesta llamada 'Under Construction' y fue una manera de presentar el proyecto a mis familiares y amigos”, recuerda Soler. “Fueron cuatro largos meses de obras, para adecuar la nave, donde se arreglaban órganos y pianos. Conservé parte del taller, para proyectos y procesos manuales, pero añadí una zona con mesas como oficina”, añade la diseñadora.

A pesar del nombre, no es un espacio de trabajo temático. “Aquí no hay floristas o jardineros. Tenemos diseñadores gráficos, de interiores, web, paisajistas, arquitectos y profesionales del márketing y de la comunicación”. Soler siempre quiso crear un jardín indoor en Gràcia: “El mundo de las plantas me atraía y ahora es el hilo conductor del espacio, decorado con jardineras verticales. Además, daba mucho juego a la hora de buscar eslóganes para darnos a conocer como ‘Plántate en el Garden’ o ‘Cultiva tus ideas en el Garden”.

Para Soler, los 18 profesionales del Garden son mucho más que clientes. Ellos son también sus contactos y sus compañeros de oficina. “Todos somos 'gardeners”, afirma. “Una de las funciones que me quita más tiempo son las entrevistas. No son entrevistas de trabajo, pues me dejo llevar sobre todo por el 'feeling'. Pasamos muchas horas aquí y esto es como una familia. Si considero que una persona creará mal ambiente no interesa, por muy buen profesional que sea”, subraya Soler, quien siempre busca el equilibrio en este microsistema.

La encargada de diseñar la nueva imagen del Garden es Erica Escudero, de 24 años, clienta y compañera de SolerEscudero lleva un año desarrollando su trabajo como diseñadora gráfica en esta preciosa nave. “Trabajaba en una empresa, pero tenía ganas de probar sola. Descubrí este espacio paseando por Gràcia y me encantó. Aquí se respira creatividad y al entrar he conocido a gente muy interesante”, afirma la joven diseñadora.

Por su tamaño y por el número reducido de 'coworkers', el Garden es un espacio eminentemente familiar. “Cuando se marcha alguien, es un drama. Puede pasar porque su proyecto crece y necesita más espacio para trabajar con más gente, o porque se pase al lado oscuro, como decimos aquí. El lado oscuro es la empresa, claro, que decide fichar al externo”, bromea la diseñadora.

“Esto no es un hotel de cinco estrellas con conserje. Aquí no alquilamos una habitación. Aquí compartimos el piso entero. Esa es la diferencia. Esta es la casa de los coworkers, y pueden entrar cuando quieren. 24 horas durante los 7 días de la semana”, subraya la propietaria del Garden.

VALKIRIA HUB SPACE

Los ‘coworkers’ del Valkiria Hub Spaceen el Poblenou, pueden alquilar una mesa de trabajo o despachos cerrados. Los servicios incluidos en los precios de 'coworking' son mobiliario básico, conexión a internet y la posibilidad de disponer de una sala de reuniones gratuita durante tres horas al mes. La horquilla de precios es amplísima,  de los 20 a los 550 euros sin IVA por persona, para adaptarse a todos los presupuestos y necesidades. “Nuestro objetivo es fomentar entre los profesionales la filosofía del trabajo colaborativo. Con esta finalidad, organizamos periódicamente encuentros de todo tipo”, cuenta su responsable de comunicación, Núria Palma.

Pero Valkiria Hub Space, situado en el 126 de la calle de Pujades, en un 22@ que no termina de arrancar, es mucho más que un espacio compartido por 50 profesionales de campos como el márketing digital, el diseño web y el diseño gráfico. Sus responsables definen el espacio, inaugurado en el 2014, como un 'hub' de innovación. “Esto es una plataforma empresarial y el espacio de 'coworking' es solo una de nuestras áreas de negocio”, puntualiza Palma. La nave también cobija un encantador 'bistrot' y alquila diferentes salas a particulares y empresas. “En nuestro restaurante hay mesas alargadas. Está pensado para que los diferentes 'coworkers '­–continúa Palma– se mezclen y compartan experiencias”. En el 'bistrot' se organizan desde catas hasta demostraciones gastronómicas, talleres culinarios y actividades de 'team building' (construcción de equipo).

En esta amplia nave reconvertida, con una estética entre neoyorquina y futurista, destaca la espectacular sala KOR, una impresionante caja flotante. “La idea de colgar esta pequeña sala surge pensando en la condición volátil de las ideas”, añade Palma, quien presenta el Valkiria Hub Space como un centro de innovación laboral.  “Esta idea está exportada de Silicon Valley y Berlín, donde estos espacios de reflexión e intercambio de ideas entre los CEO de las empresas están más consolidados”, añade.

L'OBRADOR

Si bien la mayoría de los espacios de 'coworking' buscan profesionales complementarios, también existen unos pocos espacios temáticos, como L’Obrador, situado en la calle de la Riereta, cuartel general de proyectos relacionados con la gastronomía.

Los propietarios del espacio, con una cocina industrial que es la verdadera joya de la corona, son Javi Ruz, Silvia Cabra y Pol Bermúdez, de Caravan Made. “Empezaron Javi y Silvia con eso de la caravana por afición, mientras trabajaban en otras cosas, y se tiraron a la piscina cuando, pasado un año, vieron que les iba muy bien”, recuerda Bermúdez, de 23 años.

L’Obrador, como tantas ideas, surge de la necesidad de sus creadores: “Buscábamos un lugar donde poder preparar los alimentos, una cocina, y aquí había una en alquiler. Como no pensábamos estar todo el día, solo en ciertos momentos, se nos ocurrió que una buena idea podía ser compartirla con otra gente en nuestra misma situación”. Así nace L’Obrador en marzo del 2015. Los primeros proyectos en pedir un hueco en los hornos del singular obrador fueron EurekaLa Madre de Miren. Ahora conviven ocho proyectos, de todo tipo. Desde mermeladas caseras hasta repostería biovegetariana. “Compartir cocina supone un constante enriquecimiento. Ves cómo los otros hacen las cosas, puedes compartir métodos y recetas. Aquí aprendes los conocimientos de otros”, cuenta Bermúdez.

La Madre de Miren produce mermeladas y chutney en L’Obrador. “Puedo hacer unas 15 variedades de mermeladas y unos cinco chutneys. Las preparo en tandas de 120 y esto puede llevarme unas ocho horas”, explica Miren Pascual, de 35 años, una diseñadora industrial que se embarcó en este proyecto buscando un producto muy personal. “La receta es de mi madre, y el diseño del frasco es muy mío, totalmente artesanal”, cuenta Pascual, mientras coloca las etiquetas 'Manzana con jengibre', una a una, en el espacio central de L’Obrador. En este mismo espacio se organizan eventos, degustaciones, cursos de fotografía gastronómica y brunchs temáticos de forma regular. “La idea es dinamizar este espacio con actividades dirigidas a los miembros del espacio, pero también para la gente de fuera”, puntualiza Bermúdez.

Pascual vende por internet, pero sus mermeladas también se pueden encontrar en los mercados de producto fresco organizados por All Those, compañeros de despacho en L’Obrador.  

Todos coinciden en las ventajas de estos espacios compartidos. A saber: menos interferencias o tentaciones como la clásica visita a la nevera, la compañía de otros profesionales y unos precios imbatibles, pues algunos permiten alquilar una mesa por horas. Se recomienda aprovechar las jornadas de puertas abiertas para conocer a sus inquilinos. Todos los freelance y emprendedores pueden encontrar un 'coworking' a medida para crecer profesionalmente. Se trata de buscar, comparar y apostar.