LOS MOMENTOS CLAVES DE LA ETAPA

«¡Venga, venga, vámonos!»

Valverde no fue a por Contador tras el ataque sino que trató de cogerlo y dar continuidad al intento de fuga

Quintana, del Movistar de Valverde, entra por delante de Froome

Quintana, del Movistar de Valverde, entra por delante de Froome / periodico

S. L- E.
BARCELONNETTE Enviado especial

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un kilómetro anduvo en fuga. A más de 70 para la meta. Lo imposible, lo que solo haría un loco. O Alberto Contador; el mismo que ya intentó idéntica táctica con su escapada a más de 90 kilómetros de Alpe d'Huez, en el Tour del 2011.

Contador no acababa de abrir hueco, ante un grupo principal en el que había un número excesivo de casacas negras y azules, el uniforme de los ayudantes de cámara de Chris Froome. Y, de repente, con ese empuje que solo es capaz de desarrollar Alejandro Valverde, el murciano saltó. ¿A por Contador? Así lo creyeron algunos, en el calor de la etapa. «No fue a neutralizar a Contador, ni mucho menos, partió hacia él para dar continuidad a la fuga, para castigar al Sky y porque tácticamente, con Nairo Quintana, así nos interesaba», explicó José Luis Arrieta, técnico del Movistar, tras la etapa.

Es más, Valverde se acercó a Contador y para que el madrileño entendiera que las intenciones del murciano no eran contrarias a las suyas, este le dijo: «¡Venga, venga, vámonos!». Habría sido, de haberse producido, una escapada para enmarcar y recordar en las escuelas.

Sin embargo, el Sky aceleró el ritmo. Froome ordenó a sus gregarios que dieran un poco más de sí porque no le interesaba una alianza entre Contador y Valverde, en el día en el que el ciclista del Movistar accedió provisionalmente al podio de París, el que se le escapó hace un año. Ocurrió tras la retirada de Tejay van Garderen, por sorpresa de su equipo, el BMC; se sintió vacío, con dolor de cabeza, se hundió y se fue del Tour cuando era tercero.

La ofensiva no funcionó. Y tampoco le salieron bien los ataques que Quintana le lanzó a Froome. «Está muy fuerte pero debo seguir intentándolo en los próximos puertos [los de hoy, mañana y pasado] que son mucho más duros».

Froome se muestra incuestionable, pero el Movistar no se entregará, no debe. ¿Y Contador? A ver primero la rodilla, tras la caída.