La modernización del estadio

«Siguiente pregunta»

Rosell, harto de preguntas sobre Neymar, acabó delegando en Freixa para no hablar más

Cómplices 8 Freixa y Rosell.

Cómplices 8 Freixa y Rosell.

MARCOS LÓPEZ
BARCELONA

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No solo fue Toni Freixa anoche el portavoz del Barça. También fue el hombre que hablaba por boca del presidente azulgrana. Cansado, hastiado, y con mala cara, Sandro Rosell se negó a abordar más detalles del caso Neymar. No tenía ganas, ni quería. Y para eso, usó al portavoz. «Siguiente pregunta, por favor», llegó a decir ayer Freixa cuando le cuestionaban al dirigente azulgrana porque no presentaba una querella contra el diario El Mundo si el Barça entendía que su información sobre el fichaje del delantero brasileño no era real. «Entenderán que no responderemos ninguna pregunta más», reiteró Freixa, mientras a su izquierda, el presidente no dejaba de cuchichear con él ante el tono arisco, para él, que iba tomando la rueda de prensa.

«¡Ya vale, ya vale! Estamos hablando de la decisión más importante del club en los últimos 50 años», soltó Rosell con gesto de contrariedad en la misma sala, el Auditori 1899 del Camp Nou, en la que se recibió a Neymar como a un ídolo el verano pasado

A cada pregunta, en busca de más detalles de un fichaje confuso, del que ni seis meses después de llegar se sabe su coste real, el presidente iba cambiando su rostro. Empezó en tono institucional, leyendo un discurso inicial sobre el nuevo Camp Nou que desea levantar sobre el viejo estadio, pero luego se quedó con la boca cerrada, a pesar de que más tarde ofreció hasta dos entrevistas televisivas en directo.

Tres jefes de comunicación

El tono oficialista de Rosell se fue perdiendo a medida que se avanzaba la larga comparecencia ante la prensa (duró 69 minutos), rodeado de su núcleo más duro de directivos. Arriba, en la mesa, y junto a él, estaban Freixa (portavoz), Javier Faus (responsable del área económica) y Jordi Moix, el cerebro del área patrimonial. Abajo, en la primera fila de la sala, Josep Maria Bartomeu, el vicepresidente deportivo, observaba a corta distancia el acto. «Sabía que preguntarían por eso», dijo Rosell cuando le inquirieron por el fichaje de

Neymar, antes de ponerse a disposición del juez Pablo Ruz de la Audiencia Nacional.

Tan preparado estaba que coincidieron en la sala  tres de los cuatro directores de comunicación que ha tenido desde que accedió al cargo en el 2010. Estaba el primero (Pere Jansà), la segunda (Ketty Calatayud) y el cuarto y, de momento, último (Albert Montagut). Solo faltaba Xavi Martín, el tercero de esa larga lista. El único que ha abandonado el club tras ser despedido el pasado mes de noviembre después de una discusión pública que tuvo con Rosell en Milán.

 «Osti, tu!; osti, tu!», cazaron también esos micrófonos abiertos a Rosell cansado de que le preguntaran sobre Neymar. Sus muecas eran cada vez más evidentes, mientras cruzaba confidencias y sonrisas cómplices con Freixa. «¿Tienen más preguntas?», replicó el portavoz. Preguntas hay cada vez más sobre Neymar; respuestas, pocas.