Ramos rescata al Madrid con otro gol en el último suspiro (3-2)

El equipo de Zidane, sin la BBC, remonta el 1-2 del Deportivo y firma otro triunfo agónico

Kroos y Ramos celebran el gol del triunfo del Madrid ante el Deportivo

Kroos y Ramos celebran el gol del triunfo del Madrid ante el Deportivo / periodico

ANTONIO MERINO / MADRID

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Otra vez Ramos, otra vez un cabezazo en el tiempo añadido y otra victoria agónica (3-2) del Madrid que vio peligrar su condición de invicto en la Liga y ese récord ya histórico de Zidane, que suma 35 partidos sin perder. Todo eso llegó después de un nuevo golpe de efecto, más cercano al milagro que a otra cosa. Ganaba el Deportivo 1-2 en el minuto 65 y Mariano ponía el empate en el 83. Cuando el Bernabéu veía como mal menor ver acercarse al Barcelona hasta los cuatro puntos, volvió a repetirse ese guión que habla de un gol de cabeza del central madridista. Ramos lo hizo en el Camp Nou en el 90 y lo repitió en el 92 para darle los tres puntos a su equipo.

Los cinco minutos de descuento se antojaban un martirio para el Deportivo. Y así fue. Un saque de esquina lanzado por Kroos lo cabeceó con violencia Ramos . El público estalló y en el Bernabéu se desató el éxtasis. La flor de Zidane?, el ‘efecto Ramos’? Sea como fuere, el Madrid sacó adelante un encuentro en el que penó durante muchos minutos hasta ver cómo el Deportivo acariciaba su primera victoria lejos de casa esta temporada.

Sin la BBC, el paraíso quedaba muy lejos. Pero con Bale lesionado, y sin Ronaldo ni Benzema y con ocho cambios respecto al clásico del pasado día 3, el Madrid se entregó a una faena de aliño antes de poner rumbo a Japón para disputar el Mundial de Clubs. Tenía que responder a la presión que le había metido el Barcelona tras su triunfo en el Reyno de Navarra ante Osasuna, pero con varios jugadores no habituales le costó encontrar una idea, un estilo y, mucho menos, la pegada suficiente como para despachar el partido antes de cambiar de continente.

SIN RONALDO NI BEZEMA

Sin Ronaldo ni Benzema, al equipo de Zidane apenas tenía referencia arriba. Al buen hacer de Isco apenas sí le seguía James y un voluntarioso Asensio. Poco más porque Morata, incrustado entre los defensas, apenas se dejaba ver. El canterano le pidió matrimonio a su novia el viernes, pero durante la primera mitad se le vio en pleno divorcio con el gol. Luego despertó de golpe para rescatar a su equipo con su tanto a los cinco minutos de la segunda mitad. Recibió el balón de Isco y se giró para disparar con la derecha desde fuera del área. Un buen gol que calmó los nervios del Bernabéu.

OCASIONES GALLEGAS

El tanto doblegaba a un rival, que llegó agrandado tras su manita a la Real Sociedad, pero que sabía muy bien a qué había ido al Bernabéu. Se metió atrás y salió en cuanto pudo robar el balón. Con Babel, Borges y Emre, el conjunto gallego metió miedo a la defensa blanca, que comenzó a sufrir, especialmente Danilo, que desesperó al público en dos ocasiones al ceder el balón a Keylor Navas desde el centro del campo. Esa acción le costó al brasileño escuchar los pitos del público.

Sin Modric, la zona de creación del Madrid pierde jerarquía y no encuentra soluciones. Kroos tuvo más presencia e Isco aprovechó los espacios que dejaba la defensa gallega, aunque el malagueño no encontraba a algún compañero dispuesto al remate.

Más peligro creó el Deportivo, que dispuso de las ocasiones más claras en la primera mitad. En una de ellas, Borges encontró a Keylor Navas y luego cabeceó al palo sin que otro jugador llegara a rematar cuando el balón se paseó por la línea de gol (m. 35).

DOS GOLES DE JOSELU

Sin embargo, el equipo de Gaizka Garitano iba a encontrar el premio tras un tremendo error de Casemiro, que le dejó el balón a Carles Gil para asistir a Joselu que marcó con gran disparo con la izquierda (m. 63). En pleno desbarajuste blanco, otro error, esta vez de Ramos, permitió a Andone ponerle el baló a Joselu, que batía a Navas por segunda vez (m. 65).

Salió Lucas Vázquez y poco después lo hizo Mariano. Entre los dos arreglaron el roto del Madrid. Un centro de Lucas lo cabeceó el hispano-dominicano al fondo de la portería y luego llegó el tanto salvador de Ramos que devolvía la vida a un equipo que volvió a jugar en el filo de la navaja y que volvió a agarrarse al ‘efecto Ramos’.  

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