EL RETO DE EEUU

«Queríamos recuperar el respeto»

La selección de Estados Unidos se conjura para defender el título olímpico

L. M.
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Será difícil que en los próximos años alguien se atreva a cuestionar la hegemonía de Estados Unidos. La contundencia con la dominó la final del Mundial frente a Serbia (129-92) y su arrolladora trayectoria durante todo el campeonato demuestra que la selección estadounidense está a otro nivel y que la exuberancia de recursos, de nivel físico y de velocidad de ejecución, lo convierte en un rival inalcanzable.

«Cuando hace nueve años cogí el equipo, nos marcamos dos objetivos. El primero ganar medallas, por supuesto. Pero el segundo era igual de importante: ganarnos el respeto del resto del mundo. Y creo que lo hemos hecho a través  del respeto al baloncesto», afirmó  Mike Krzyzewski.

Amplia rotación

El técnico de la universidad de Duke ha liderado la regeneración de EEUU, equipo imbatido desde hace ocho años (desde la derrota ante Grecia en el Mundial del 2006) y el primero capaz de encadenar dos títulos olímpicos (Pekín y Londres) y dos mundiales.

Tan significativo como el título, además, es que EEUU se ha impuesto a sus rivales sin necesidad de los grandes nombres como Lebron James o Kevin Durant y con una nómina renovada. Harden y Davis son los únicos que permanecen del equipo campeón olímpico en Londres. Y solo tres jugadores repiten del que logró el título Mundial en Turquía en el 2010:  Rose, Gay y Curry.

«Este título nos deja un sabor muy dulce porque lo hemos logrado superando todas las adversidades, como la lesión de Paul George. Eso dice mucho del equipo. También resulta relevante  por la gran cantidad de jugadores que hemos utilizado en los diferentes campeonatos. Eso es también un legado nuestro y demuestra la enorme cantidad de talento con la que contamos», señala Jerry Colangelo, el responsable de USA Basketball, que asegura que esta será la base del equipo para los Juegos de Río. «Esa es nuestra idea, mantener un grupo tan joven», dice muy relajado porque el título mundial les garantiza la plaza y les permitirá descansar el próximo verano.