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Momento Bartomeu

El equipo de Bartomeu llega al Camp Nou con las firmas, el sábado.

El equipo de Bartomeu llega al Camp Nou con las firmas, el sábado.

MARCOS LÓPEZ / BARCELONA

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Son días felices para Josep Maria Bartomeu. En menos de un mes ha disfrutado del tridente, del triplete, de la renovación de Luis Enrique, de Alves y del fichaje de Aleix Vidal, minutos antes de dimitir, y ahora goza del confortable triunfo en las primarias de las firmas. Son, al final, 9.124 y no 9.093 como informó al inicio el expresidente, empeñado en marcar territorio diseñando una agenda propia para no desperdiciar la clara ventaja que lleva. «Tenemos más firmas que los demás, eso demuestra que hemos hecho bien las cosas», dijo ayer en Sant Carles de la Ràpita, convencido de que si no comete ningún gran error será elegido presidente el próximo 18 de julio.

Bartomeu no desea bajar al barro. Hoy, por ejemplo, ha renunciado a acudir al primer debate electoral. Estaba, y está, fijado en Vic. Pero el expresidente ha contraprogramado esa cita, organizada por Nació Digital en colaboración con la plataforma Manifest Blaugrana, con un acto de campaña en su sede de la calle Balmes de Barcelona.

CON LAPORTA, FREIXA Y BENEDITO

A las 12.30 del mediodía, el expresidente presentará sus planes sobre el Espai Barça. Y media hora más tarde (13.00 h), Joan LaportaAgustí Benedito Toni Freixa se sentarán juntos en la Universitat de Vic. Bartomeu, que había recibido la invitación hace semanas, declinó recientemente esa posibilidad, según Manifest, y, a cambio, ofreció la opción de que fueran Jordi Cardoner Jordi Moix.

Ambas alternativas fueron rechazadas, según los organizadores, porque sería una falta de respeto al socio y, sobre todo, a los otros precandidatos que sí han aceptado debatir por vez primera juntos.

EVITAR EL CARA A CARA

 Es, o así lo ve Bartomeu, su momento, avalado por esa confortable diferencia obtenida en las firmas (casi dobla a Laporta y suma más que Laporta y Benedito juntos), y no quiere arriesgarse a perder esa sustancial ventaja en la campaña. Ha ganado, como reconoció él mismo, «el partido de ida», por lo que no desea perder el partido de vuelta. Además, el desenlace de las primarias azulgranas avala sus planes de marcar una agenda propia, ajeno en todo momento al cuerpo a cuerpo electoral.

Con cuatro precandidatos más en la carrera a la espera de que esta semana se validen sus firmas (Laporta, Benedito, Freixa y Batiste, el líder de Seguiment FCB) no solo consigue evitar el cara a cara, tan temido incluso por sus propios asesores, sino que fragmenta el voto, además de dividir el mensaje anti-Bartomeu. No tendrá, por lo tanto, que combatir de manera directa el modelo laportista, repleto de nombres, según él, solo dispuestos a «buscarse trabajo», ni tendrá que pelearse por ese cambio que persigue Benedito desde hace cinco años. Tampoco deberá concentrarse el expresidente en volcarse en desactivar la opción renovadora de Freixa o el camino rupturista de Seguiment, que ni llegarán a la recta final porque su objetivo es otro. Su reto es agitar el debate para colocar la creación de una agencia de viajes propia y una grada de animación en la hoja de ruta.

A más ruido, más intenta alejarse Bartomeu, convencido de que ese es el camino adecuado, a pesar de las críticas de los otros precandidatos que le reprochan su falta de espíritu democrático para debatir. Y antes incluso de que arranque oficialmente la campaña (será el jueves 9 cuando sean oficialmente candidatos), el expresidente ha decidido quedarse en Barcelona y no ir al Aula Magna de la Universitat de Vic en el que se analizarán cuatro puntos como ejes de la discusión: medidas de crecimiento económico, proyectos patrimoniales para desarrollar, concepto deportivo y polideportivo del club y dimensión social y de gobierno. No es un debate de nombres sino más bien de ideas y proyectos.

Pero Bartomeu, arropado por el triplete, el tridente y esa goleada de las firmas (aunque, curiosamente, él sacó 4.494 rúbricas menos que Rosell, su expresidente y amigo, en el 2010), ha decidido ir a la suya.