GP DE INGLATERRA

Márquez zarandea a los rivales que le apartaron del podio en Brno

E. P. R.
SILVERSTONE

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Marc Márquez acabó furioso el GP de Brno. Furioso, no porque le derrotasen Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo y Valentino Rossi a la vez, sino porque no había podido ser rápido y, sobre todo, porque no había podido aspirar al podio «que era lo que quería conseguir el día que no ganase».

Así que, al día siguiente, en el test de Brno, lo primero que hizo fue averiguar qué había ocurrido. «Cogí la misma moto con la que había corrido el GP, di 10 vueltas y ya rodé en tiempo récord. ¿La razón? Simplemente había cambiado el neumático, así que enseguida supimos que el problema de la carrera lo provocó un neumático defectuoso».

EMPIEZA LA RECONQUISTA / Conocer el motivo de la derrota, hizo que Márquez renaciese ayer en Silverstone, dejando a Pedrosa a más de un segundo, a Lorenzo a más de segundo y medio y a Rossi, a casi dos segundos. «Iba como si fuese sobre agua; he probado muchas cosas y no tengo respuestas», dijo Pedrosa. Lorenzo se quejó de que los neumáticos «son los mismos que no funcionaban en Catar y Austin, un desastre». Y Rossi describió que el problema es «la rueda delantera que no me permite meter la moto en la curva».

Márquez, eso sí, reconoce que no fue un viernes cualquiera. «Puede que saliese más motivado, picado, concentrado, sí. Normal ¿no? Venía de un varapalo duro, de recibir un toque de atención y, aunque averigue el motivo de la derrota, algo había hecho mal yo aquel día y he tratado de ponerle remedio en la primera ocasión que he tenido: el primer día de Silverstone». De ahí que ayer les sacase un segundo a los que le derrotaron en Brno.