Lorenzo machaca a Rossi

La mascota de Motegi, una versión endulzada de un dinosaurio, se paseaba por el'paddock' del Gran Premio de Japón dejándose fotografiar y acariciando niños. Pero 'Kochira' solo tenía un objetivo: que Valentino Rossi y Jorge Lorenzo le firmasen una camiseta. Como era un cuerpo metido en un inmenso 'ninot', el pobre chaval apenas veía a través de su boca. Lo guiaba un colega, pero el lazarillo era, digamos, más profesional y estaba por lo que estaba. Así que 'Kochira' tuvo que buscarse la vida y se alió con un par de periodistas para que, aparecido el 'Doctor', surgido Lorenzo de las tinieblas de la Clínica Móvil, el 'payasete' pudiese correr, con sus inmensos, incómodos y ruidosos zapatones en busca de su foto, autógrafo y gorra. No hubo nadie ayer más feliz en Motegi que 'Kochira'. Ni siquiera los niños que le perseguían.

TIEMPAZO DE LORENZO

'Kochira', como todos en el Mundial, como medio mundo, sabe elegir. Rossi es el líder de MotoGP pero este viernes volvió a ser machacado, literalmente machacado, por un renqueante Lorenzo, que logró un tiempo récord (1.44.731 minutos; el anterior también era suyo: 1.45.350). Y no solo eso. El perseguidor del líder (está a solo 14 puntos cuando restan aún 100 por disputarse) hizo dos vueltas a 1.44 (nadie las hizo) y seis a 1.45 bajos-medios, mientras que Rossi solo pudo hacer siete 1.45 ¡altos! Cierto, cierto, primer día. Es viernes. El 'dios' del asfalto es santidad del domingo. Es piloto de carreras. Pero me temo que 'Vale' volverá a rezar a su dios de la lluvia (sí, sí, dicen que el domingo llueve), mientras Lorenzo repetirá esta noche su canción preferida. "Sí, sí, cantaré 'He comes the sun' de The Beatles para que se mantenga este estupendo sol", reconoció el mallorquín.

Hace 15 días, el 95% de los consultados dijeron que Rossi se llevaría el Mundial. Ya han desertado varios. Ni que decir tiene que el mundo del asfalto sigue pensando que sería buenísimo para la moto que Rossi rompiese nuevas barreras, conquistando su décimo título a los 36 años, arrasando a todas las juventudes juntas. "Yo creo que eso no es necesario porque 'Vale' ya nos ha hecho grandes, muy grandes", explicaba el venezolano Vitto Hipolito a EL PERIÓDICO en medio del 'paddock' de Motegi. Ni que decir tiene que ni siquiera el presidente de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) se atreve a dar un pronóstico. "Me encantan los dos y le diré que si difícil es hacer lo que hace Rossi, a mí se me antoja imposible, irrepetible, encontrar un piloto como Jorge, que clave el mismo crono, o casi, desde la primera a la última vuelta. Eso del 'martillo' es un símil muy bien escogido: Jorge suele martillear a sus adversarios. Y, sí, sí, lo veo campeón. Como a Rossi".

La reflexión de que aún estamos a viernes y que ni siquiera ha arrancado la primera de las últimas cuatro citas, es cierta. Pero el primero que sigue reconociendo estar en desventaja y "en peligro, aunque suerte he tenido hoy de que Jorge esté lesionado", es el propio 'Vale'. "He de mejorar. Y mucho. Y no solo respecto a Jorge. También respecto a las Ducati, que aquí son muy veloces y pueden convertirse en aliadas de Lorenzo". Nada más oír esa reflexión, el mallorquín comentó: "No os preocupéis. 'Vale' se encerrará esta noche con mi telemetría, normal, yo haría lo mismo si estuviese en su caso, y se sacará algún as de la manga".

HONDA, EN DIFICULTADES

Mientras Ducati sueña con una victoria, que se antoja imposible, y los ases de Honda muestran su sorpresa (la indignación va por dentro ¡estamos en casa de Honda!) porque está moto, que se ha hecho en este trazado, "vaya tan mal aquí", la pareja de auténticos candidatos (sí, Márquez aún puede ser campeón matemáticamente, pero ni siquiera él piensa ya en ello) reconocen que la tensión ha subido "uno o dos puntos" en el box de Yamaha. No lo iba a explicar Rossi, que es el protagonista de ese distanciamiento (táctica empleada ya con otros compañeros de escudería), pero sí lo contó, con su sinceridad habitual, Lorenzo. "A medida que se ha ido acercando el triplete, la relación se ha tensado, nos vemos menos y nos hablamos aún menos. Normal, ¿no? Los dos somos muy, muy, competitivos y los dos perseguimos algo muy grande. Sé que, en cuanto acabe el Mundial, las aguas volverán a su cauce y recuperaremos el habla".

PALABRA DE ALBERTO PUIG

Saliendo del circuito, un auténtico 'Disneyland' de las motos, me tropiezo con Alberto Puig, el genio de la lámpara, uno de los que más sabe de esto. Me pregunta si Lorenzo se ha resentido de su hombro. Le cuento que sí, algo. "Ningún problema. ¿Quién no cambiaría tres días de dolor por tener, durante los próximos 50 años, un diploma, el mejor, el más grande, colgado en el comedor de su casa que diga, con letras mayúsuculas, 'campeón del mundo'? Puede ganar, sí».