La Liga incómoda

El Barça se sobrepone a un Granada aguerrido en la vuelta al torneo liguero tras el glamur ante el Manchester City en la Champions

Suárez supera con un sutil toque la salida de Oier, ante Foulquier, para marcar el 0-2.

Suárez supera con un sutil toque la salida de Oier, ante Foulquier, para marcar el 0-2. / periodico

JOAN DOMÈNECH / GRANADA

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Ni el Granada es el Manchester City, ni el Nuevo Los Cármenes el Etihad Stadium, ni el césped del primero, impresentable, tiene nada que ver con el del segundo, una maravillosa alfombra verde donde el Barça disfrutó el pasado martes del glamur de la Champions, unos fastos que tampoco tienen nada que ver con la rutina de la Liga. A menudo indigesta y dura de roer, como este sábado en Granada.

El Barça dejó atrás el glamur europeo para reemprender la caza del Madrid, ahora a un punto aunque con el duelo de este domingo pendiente ante el Villarreal. Sumaron los tres puntos los azulgranas, aunque el marcador final, aparentemente cómodo, no refleja lo trabado que llegó a ser el duelo. Eso sí, algo menos que la última cita liguera, ante el Málaga en el Camp Nou, donde los de Luis Enrique parecieron tener la cabeza más pendiente de la Liga de Campeones, de ahí el inesperado batacazo.

Tampoco lo puso fácil el Granada aunque, increíblemente, dio alguna facilidad. Como en el primer gol, un regalo de la defensa que Rakitic supo aprovechar. Era la mejor manera de encarrilar un partido que se suponía de antemano trabado porque llegaba tras la cita del City, porque el Granada se desvive para salir de los puestos de descenso, porque su fútbol tiene poco de amable, porque el terreno de juego invitaba al pesimismo y, también, por la hora del partido, las cuatro de la tarde, un horario que se le suele atravesar a los azulgranas. «Quisiera felicitar al equipo por poder dar tres pases seguidos y que el balón botara normalmente», destacó Luis Enrique superado el escollo.

Curiosamente, de lo mismo se quejó Abel Resino, técnico del conjunto andaluz, que hubiera preferido tener la hierba del Etihad Stadium. Ese fantástico terreno de juego no le hubiera garantizado los tres puntos, como tampoco le permitió la victoria al City, pero tanto los jugadores como los aficionados habrían disfrutado de un fútbol más vistoso y dinámico.

FASE DECISIVA

Algo parecido a la primera parte del Barça en Manchester. Tampoco hacía falta llegar a ese grado de excelencia, desde luego, pero es que el equipo de Luis Enrique pareció encallarse otra vez en la Liga cuando ya no puede permitirse más tropiezos. Llega la hora decisiva de la temporada, en todas las competiciones, la próxima, la Copa, el miércoles en Vila-real, donde el Barça puede sellar el pase a la primera final de la temporada.

Por eso reservó jugadores Luis Enrique, como a Iniesta Busquets, aunque este tuvo unos minutos al final. Sí estuvieron Messi, Suárez y Neymar, y aunque los dos primeros vieron puerta, su aportación quedó lejos de sus registros habituales. Es la incomodidad de la Liga, nada que ver con el escaparate de la Champions.