La otra mirada / Roger de Gràcia

«En las épocas en que corro soy mucho más feliz»

«En las épocas en que corro soy mucho  más feliz»_MEDIA_1

«En las épocas en que corro soy mucho más feliz»_MEDIA_1

INÉS ÁLVAREZ
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Roger de Gràcia (Barcelona, 1975) es un habitual de TV-3, donde ha presentado varios programas. Actualmente lo vemos en No serà fàcil, un espacio en el que  realiza un viaje emocionalmente intenso. Durante los rodajes, y siempre que quiere desconectar, corre por Collserola o se marca un partido de básquet entre amigos.

-¿El fútbol no es lo suyo?

-Lo mío es el básquet. Lo jugué entre los 7 y los 18 años y ahora intento hacerlo una vez a la semana, en el patio de una escuela, con unos padres de Gràcia. Son partidos de costellada, de no correr demasiado para no rompernos, porque todos tenemos una edad [ríe]. Y con el objetivo de tomarnos después una cerveza y unas bravas.

-¿También si está rodando?

-Sí. Es fantástico tener esa  desconexión una vez a la semana para quitarte cosas de la cabeza. En los rodajes de No serà fàcil, que fueron tan duros, me vinieron muy bien esos partidos.

-¿Nada de fútbol, pues?

-¡Buf ! Me resulta aburrido; el básquet es más movidito. Y luego está todo lo que lo envuelve: pasiones llevadas al límite, grandes titulares... No me acaba de convencer. Solo me he enganchado al fútbol en épocas como la de Guardiola, que tenía, además, el plus del esfuerzo, la constancia, los valores... Ahora, si me hablan de fútbol, me pierdo.

-¿Eso le margina?

-De más joven seguía los partidos para poder comentar.  Con los años se te van las tonterías y ahora busco a quien habla de básquet.

-Aquí no es el deporte rey.

-Mejor así. Porque cuando algo se hace demasiado  grande entran demasiadas tonterías en juego, como dedicarle un diario cada día,  un montón de noticias... y todo se contamina. Lo prefiero de segunda fila.

-¿Va al gimnasio?

-No, pero corro de tanto en tanto. Me gusta subir hasta Collserola a agotarme hasta que el corazón salga por la boca y el cuerpo esté tan reventado que la cabeza no pueda ni pensar

-Sanear la mente, vamos.

-Yo tengo comprobado que en las épocas en que corro soy mucho más feliz.

-¿Le va el riesgo?

-He hecho puenting un par de veces.  Es chulo, pero supone un shock tan grande que luego debes asumirlo. Aunque cuando hice puenting me cambió la vida radicalmente, sobre todo por el hecho de superar el miedo.

-¿No busca la adrenalina?

-Prefiero la que da correr, que tiene un poso más largo, que esta cosa puntual del subidón y el bajón. No soy un yonki de eso.