Cómo ir a Río y no morir en el intento

Una guía editada por el patrocinador del equipo paralímpico ofrece consejos para viajar seguro a Brasil e intentar salir indemne de uno de uno de los países más peligrosos del mundo

Miembros de las Fuerzas Armadas brasileñas vigilan la playa de Copacabana.

Miembros de las Fuerzas Armadas brasileñas vigilan la playa de Copacabana. / periodico

ANTONIO MERINO / MADRID

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En medio de la que está cayendo por todos los problemas que rodean a los Juegos de Río, con atletas marchándose de una Villa Olímpica que el jefe de la expedición española, Gaietà Cornet, ha calificado como "la peor" de las siete que ha conocido, con las aguas de la Bahía de Guanabara, donde se disputarán varias pruebas, infectadas por la suciedad que se acumula, aparece una guía para viajar seguro a la ciudad brasileña, algo que parece muy, muy complicado.

La idea ha partido de la empresa Legálitas, patrocinadora del equipo paralímpico español. Los destinatarios de este folleto, presentado este jueves en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD), son los deportistas, sus familiares y los turistas que decidan jugarse el tipo para asistir a las distintas pruebas entre el 3 y el 21 de agosto. Unos consejos que Alberto Jofre, director de Comité Paralímpico Español, ha calificado de "imprescindibles".

Por su parte, Juan Pardo, director general corporativo de Legálitas, ha apuntado su deseo de que con esta guía se den a conocer "normas de convivencia que ayuden a los deportistas".También ha recordado que en una ciudad tan bulliciosa como Río, en determinadas épocas está prohibido hacer ruido, "pero ojalá se haga por la consecución de medallas".

DURAS CONDICIONES

Más que ruido, la primera reacción tras la lectura del manual está más cerca de cambiar los billetes a Río por unas vacaciones en una tranquila playa de cualquier litoral español. No existe una página de las 40 de que consta el librito que no alarme sobre las duras condiciones de vida en la ciudad olímpica. La primera recomendación es inscribirse en el registro de viajeros del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, algo que en cualquier viaje podría ser normal, pero que en Brasil resulta imprescindible. "Tu registro facilitará el contacto de la Embajada con tus familiares en caso de emergencia", se puede leer en la guía.

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También hay algún capítulo cargado de ironía, como el que avisa de no alterar el ambiente natural"que en Brasil se respeta mucho”. Inmediatamente viene a la memoria la Bahía de Guanabara, donde se disputarán las pruebas de yachting, triatlón y natación en aguas abiertas. "Nadarán entre mierda", ha apuntado Daniel Becker, un médico brasileño.

ZIKA, DENGUE Y FIEBRES

En el apartado de salud lo primero que aparece es el virus del Zika. Según la guía, las autoridades brasileñas han confirmado un número elevado de este virus, así como de dengue, y fiebre chikungunya causados por la picadura del mosquito ‘Aedes Aegypti’, con el ya conocido problema para las mujeres embarazadas que pueden engendrar hijos con microcefalia.

Después de recomendar los necesarios repelentes, así como no probar el agua del grifo o asegurarte de que las frutas y las verduras han sido desinfectadas, si a uno le quedan ganas de visitar las zonas de selva deberá vacunarse contra la fiebre amarilla. También se recomienda "encarecidamente" contratar un seguro médico, que deberá incluir hospitalización, intervención quirúrgica, repatriación en avión medicalizado, "así como el traslado de cadáver".

VIOLENCIA EXTREMA

Si le quedan ganas de seguir adelante, debe saber que Brasil es uno de los países más peligrosos del mundo. Por allí, los asaltos, con o sin violencia, están a la orden del día. En este capítulo se amontonan los consejos. Desde no ofrecer resistencia ante un atraco hasta no salir solo, por no hablar de la prohibición de exhibir joyas, relojes, cámaras o móviles. Tampoco se deben llevar tarjetas de crédito. Solo el dinero justo para el consumo diario si es que se puede evitar tener que entregarlo al ladrón de turno. La guía ya da la dirección de la DEAT, la Comisaría de Apoyo al Turista, además de varios teléfonos de emergencias.

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Si quieres celebrar una medalla y te tomas una caipirinha, o dos, no se te puede ocurrir coger el coche. En Brasil, la tasa de alcohol es de 0.0., es decir tolerancia cero. También están prohibidos los actos obscenos, entre los que se incluye el topless en las playas, considerado un delito.

Por último, si te mueves en coche, algo que no se recomienda, debes saber que, además de la ley seca, tienes múltiples problemas para aparcar. Y no digamos si se te olvida algo de valor dentro del vehículo. Si vas en taxi debes confirmar que sea un vehículo acreditado oficialmente. Ah, y si vas caminando, debes tener 1000 ojos.

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La playa es uno de los lugares más comprometidos por la cantidad de robos que se dan. Cuando llega la noche tampoco hay demasiado espacio para el relax, sobre todo si en tu copa te encuentras unos polvos llamados “Boa Noite Cinderela”, o lo que es lo mismo 'Buenas Noches Cenicienta', una droga que te hace perder la noción de la realidad.

Si después de superar todas las pruebas que te pone la ciudad y consigues ascender los 220 peldaños que llevan al ‘Cristo Redentor’, situado a 710 metros sobre el nivel del mar, y testigo silencioso de lo que acontece en Río, la medalla de oro es para ti.

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