El esplendor de Muguruza

Muguruza se sienta sobre la pista número 1 tras derrotar a Bacsinszky.

Muguruza se sienta sobre la pista número 1 tras derrotar a Bacsinszky. / periodico

JAUME PUJOL-GALCERAN / BARCELONA

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Ocho meses atrás, sentada en una pista de entrenamiento en el Vall d'Hebron, Garbiñe Muguruza decía convencida que su objetivo de la temporada era colocarse entre las mejores y, «¿por qué no?», ganar un Grand Slam. A sus 21 años se sentía fuerte para conseguirlo. Estaba preparando junto a su amiga Carla Suárez la participación en el Masters de dobles de Singapur. Después, su inicio de temporada no fue como soñaba. Suárez saltó hasta el top 10, mientras ella se quedaba encallada en el puesto 20.

Si en algún momento se desesperó por esa situación, ayer seguro que se olvidó totalmente. Garbiñe Muguruza encontró sobre la hierba de Wimbledon la mejor recompensa. Las puertas de las semifinales de Wimbledon se abrieron de par en par tras imponerse a la suiza Timea Bacsinszky, 15ª cabeza de serie, por 7-5 y 6-3. Una zancada hacia la gloria de una tenista obsesionada con triunfar desde que comenzó a jugar a tenis en la academia del padre de Sergi Bruguera, en Santa Coloma de Cervelló, donde ella vive con sus padres. Muguruza se ha convertido en la cuarta tenista española que alcanza las semifinales de Wimbledon (ver gráfico) tras la legendaria Lili Álvarez, Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez, la única que de momento ha ganado el título en 1994 y que ayer enviaba desde Barcelona su máximo apoyo a la jugadora hispanovenezolana. «Tiene un juego perfecto para la hierba y hace mucho daño con sus golpes. Le deseo lo mejor», decía la nueva capitana, antes de conocer que había pasado a las semifinales.

UN JUEGO PODEROSO / Muguruza demostró ayer esas condiciones sobre la pista. Viene haciéndolo desde que debutó en el torneo y, de momento, han sufrido su implacable juego la estadounidense Lepchenko, la croata Lucic-Baroni, la alemana Kerber, la danesa Wozniacki y, ayer, Bacsinszky. Todas buenas tenistas en pistas rápidas, pero que no han podido pararla. Ayer marcó de nuevo el ritmo a partir de su saque (73% de efectividad con el primero) y con su potencia de golpe de derecha, especialmente, y de revés (17 tiros ganadores en 87 minutos de juego).

Bacsinszky no se lo puso fácil. La tenista suiza también tiene un poderoso saque y golpes definitivos, distintos, con los que le plantó cara en el primer set hasta ceder su servicio por primera vez en el último juego. La tenista suiza rompió en la reanudación del segundo (0-1), pero Muguruza lo recupero inmediatamente (1-1) para mantener la igualdad (3-3) hasta que hizo el break definitivo (5-3) que le sirvió para firmar la victoria en el siguiente juego.

«Me ha sorprendido pasar la barrera de cuartos, y más en Wimbledon, en hierba no tenía tanta confianza como en tierra o pista rápida, pero me veo jugando bien, a gusto y con confianza. Estoy muy feliz, pero el próximo partido será uno más, no voy a cambiar nada ni pienso en hacer historia. No creo que me ayude tener esas cosas en la cabeza», valoraba la jugadora tras su victoria.

ESTRENO EN LA CENTRAL / Muguruza afronta la semifinal como un paso más. Sabe que  queda lo más difícil, aunque está preparada para el reto. «Me gusta jugar en las pistas grandes, eso me motiva más, me hace sentir mejor y la pista central de Wimbledon es la más importante», destacó. Mañana podrá pisarla por primera vez. Su rival al otro lado de la red será la polaca Agnieszka Radwanska (13ª del mundo), finalista en Wimbledon en el 2012. Una tenista a la que ha ganado en dos ocasiones (Dubái y Sídney, este año) de las cuatro en que se han enfrentado.

Radwanska,  que llevaba una mala temporada hasta llegar a Londres, derrotó ayer a la estadounidense Madison Keys (21ª mundial) por 7-6 (7-3), 3-6 y 6-3. «Si está en semifinales es porque es una gran jugadora», dijo sin dudas Muguruza.

Si la hispanovenezolana supera mañana a Radwanska (14.00 horas, Canal+) aún le esperará una rival temible. La número 1 mundial Serena Williams, cinco veces campeona en Wimbledon (2000, 2001, 2005, 2007 y 2008), o la rusa Maria Sharapova, que ganó su único título en la catedral de la hierba en el 2004.

Las dos tuvieron que sufrir para hacer valer su condición de favoritas. Serena Williams tuvo que remontar un set a Victoria Azarenka (actualmente 23ª mundial) a la que venció por 3-6, 6-2 y 6-3, en un espectacular partido. Era la tercera vez en que la actual número 1 mundial ganaba este año en un Grand Slam a la bielorrusa. Sharapova también tuvo que luchar para superar a la estadounidense Coco Vandeweghe por 6-3, 6-7 (3-7) y 6-2. Mañana las dos se enfrentarán en un duelo   que bien podría haber sido la final del próximo sábado. Muguruza se salvará de una de ellas.