LA VOLTA 2015

Contador al ataque, Valverde al suelo

El madrileño muestra su cara ofensiva en Girona, antes de la etapa reina de hoy en La Molina, con Pierre Rolland de líder

SERGI LÓPEZ-EGEA
GIRONA

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chillaba José Herrada, del Movistar, con su rueda en la mano, al más puro estilo de la inmortal foto de Miquel Poblet, obra de Paco Alguersuari, en el Giro de 1959. Se giraba Alberto Contador, a poco de coronar Santa Pellaia, al escuchar el ruido, el choque de bicis. ¡Los Movistar por los suelos! Y en el prado, sin daños colaterales, pero caído en la hierba, nada más ni nada menos que Alejandro Valverde. En juego, la Volta 2015.

El Tinkoff, el equipo que rueda por Catalunya con jefe de filas, con propietario pero con el mánager de la escuadra suspendido (Bjarne Riis) -como si el Barça jugase con presidente en el palco, Messi en el campo pero sin Luis Enrique en la banda-, se percató de los problemas de Valverde. Zafarrancho de combate en la Volta. Primer aviso ante la primera montaña de la carrera, el Alt dels Àngels, a las puertas de Girona, adonde llegaba el ciclista madrileño con quienes se intuye serán sus rivales en el Giro, el reto de Contador previo al Tour: Richie Porte, el vencedor de la París-Niza; Rigoberto Urán, segundo de las dos últimas ediciones de la ronda italiana; Fabio Arú, la juventud italiana; y Domenico Pozzovivo, vencedor en Girona.

No pudo seguirlos Chris Froome, ni tampoco Pierre Rolland, que se colocó líder pero tras flojear en el primer contacto con la montaña, todo un mal indicio ante la etapa reina de hoy, por los Pirineos, por la Cerdanya, en La Molina.

LA PERSECUCIÓN / Chillaron por detrás los Movistar, cambios de bicis y un Valverde enrabietado, cabreado por una absurda caída, fuera de sí, subiendo como escalador, tal cual fue velocista el martes para ganar en Olot. Ascensión de coraje la suya, por el Alt dels Àngels, hasta el punto que, de no haberse aprovechado Froome y Rolland de su ritmo endiablado, peores consecuencias habrían sacado ambos en la llegada de Girona, donde no sonó la música, al igual que en la salida, en la que hubo un minuto de silencio en duelo por las víctimas del vuelo de Germanwings.

A Contador no le agrada el recorrido de este año, le habría gustado encontrarse con más dificultades, más cuestas, más rampas duras de las que se llevan ahora. Pero es lo que hay; poco dinero para la Volta, pocos patrocinadores, retransmisión de bajo coste. Ya es un milagro que se pueda organizar. Y suerte de los voluntarios de la prueba, jubilados, entusiastas enamorados de las bicis, que trabajan como chavales, una semana de pasión: comenzaron con Luis Ocaña, vieron a Miguel Induráin y ahora aplauden al nieto que querrían tener: Contador.

Él aprovechará el territorio que hay. Hoy, de todas formas, se ha endurecido la llegada a La Molina, en referencia a la diseñada el año pasado. Hoy es un día clave. Pero, ojo, porque Rolland todavía cuenta con más de dos minutos de ventaja.