Chicas sobre hielo

Las voluntades firmes y los corazones de fuego son capaces de fundir el hielo. O, al menos, de evolucionar en él. Barcelona acaba de estrenar su primer equipo femenino de hockey sobre hielo como culminación de un proyecto que ha aunado eso, voluntades y corazones, para hacer realidad un sueño y cubrir un hueco flagrante. El Barcelona IceBlueCats ya se ha estrenado en la Liga española, e incluso ha logrado sus dos primeras victorias, sobre el Steel Acorns de Valdemoro, por 6-2 y 7-0, en su estreno en el Palau de Gel del FC Barcelona.

En buena lógica, quizá debería haber sido el propio Barça el que pudiera presumir de abrir el hockey hielo catalán a las mujeres. Su pista es la única en la ciudad de dimensiones reglamentarias (en Catalunya hay dos más, en Puigcerdà y la Val d'Aran). Pero los gigantes tardan en ponerse en movimiento y, en ese impasse, chicas procedentes de las categorías inferiores del propio club y, sobre todo, de otras entidades que cultivan el hockey en línea (sobre ruedas) han encontrado en el IceBlueCats la posibilidad de foguearse en competición.

¿Quién está detrás del proyecto? Mucha gente, pero sobre todo la de la Associació Sant Martí Esports (ASME), el club popular de La Verneda que acoge muchas modalidades y, entre ellas, esa de deslizarse sobre patines con cuatro ruedas alineadas. «Esto no ha nacido como las setas, por generación espontánea, sino como un proyecto muy serio, casi de ciudad. No es extraño que hayamos cogido nosotros la bandera, porque somos un club muy especializado en el deporte femenino. Un 60% de nuestros deportistas son chicas», asegura Juan Gallardo, vicepresidente de ASME y alma mater del nuevo equipo de hielo.

Un equipo que puede recibir, más que nunca, el calificativo de combinado. Se trata casi de una auténtica selección catalana, formada por chicas de entre 14 y 26 años (aunque la mayoría son juveniles) de distintas procedencias. Solo cuatro de ellas provienen del hockey sobre hielo, de los equipos de formación del Barça. Tres proceden del Rubí Cent Patins, tres más del Tsunamis de Barcelona, una del Gades de Sabadell y 10 de la ASME. Un 82% vienen del hockey en línea, la cantera natural del hielo en muchos países del mundo, que alternan las dos modalidades según sea la época del año. Y, al frente de todas ellas, Einar Meyerson, un jugador del Barça de padre sueco y madre aragonesa que intenta inculcarles las particularidades del hielo (la frenada, por ejemplo, es totalmente distinta que sobre ruedas) en la hora y media de hielo que, cada 15 días, pueden tener en el Palau de Gel. La factura corre a cuenta, este primer año, de la candidatura Barcelona Pirineus 2026.

Pistas, técnicos y jugadores

«Barcelona tiene capacidad para más de un equipo femenino, pero ese futuro pasa por tener más pistas», asegura Gallardo. No podría estar más de acuerdo el nuevo presidente de la Federación Española de Deportes de Hielo (FEDH), Frank González, que acaba de derrotar a María Teresa Samaranch en las elecciones federativas. «Mi programa en hockey pasa por tres prioridades: más pistas de hielo, entrenadores y jugadores», asegura González, exjugador también del Barça.

Òscar Cruz, presidente de la Federació Catalana d'Esports d'Hivern (FCEH), recuerda los «progresos espectaculares» que han realizado los 40 o 50 patinadores de velocidad (short track) desde que pueden entrenar regularmente sobre hielo. «Ahora se trata de trasladar las ruedas al hielo en hockey», añade. Que así sea.