Carl Lewis: "He sentido el racismo toda mi vida; es miedo e ignorancia"

Carl Lewis posa para EL PERIÓDICO en Barcelona, la ciudad que le vio triunfar en el 92, y a la que ha vuelto por motivos de negocios con la empresa que dirige

Carl Lewis posa para EL PERIÓDICO en Barcelona, la ciudad que le vio triunfar en el 92, y a la que ha vuelto por motivos de negocios con la empresa que dirige / periodico

LUIS MENDIOLA / JOSÉ CARLOS SORRIBES / Barcelona

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En la intensa mirada de Carl Lewis (Birmingham, Alabama, 1 de julio de 1961) persisten destellos de grandeza. Han pasado 17 años desde su retirada. Desde que puso punto final, en los Juegos de Atlanta-96, a una de las carreras más deslumbrantes en la historia del deporte (cuatro Juegos Olímpicos, una decena de medallas olímpicas, nueve de oro). Pero en sus ojos, y en su porte desafiante, quedan muchos vestigios del que un día fuera rey. Pequeñas arrugas surcan ahora su rostro y puntas canosas emergen de su rapada cabeza como prueba de que los dioses (aunque sean los del tartán) también envejecen. Tan solo por unas cuantas horas, el Hijo del Viento ha estado de vuelta esta semana en Barcelona, uno de los escenarios de las numerosas conquistas que prolongó desde inicios de los 80 a finales de los 90.

Lewis vive alejado de las pistas. No queda tampoco demasiado rastro del deportista arrogante, con tics de divo que vestía ropa extravagante y lucía radicales cortes de pelo. Metido en la cincuentena, Lewis deja ver algunas de las caras de su poliédrica personalidad, que siempre mantuvo a salvo, en una entrevista con EL PERIÓDICO: la de integrante de una familia que mantuvo una relación de amistad con Martin Luther King, la del embajador de buena voluntad de Naciones Unidas, la de fan de la política del presidente Barack Obama y la de padre.

--Este año se cumplen 50 del discurso de Martin Luther King en Washington. Creo que su familia mantuvo un fuerte vínculo personal con él y que apadrinó a sus dos hermanos mayores.

--Bueno, así es, mi familia tuvo una relación muy cercana con el doctor King. En la década de los 60 todo el mundo estaba implicado en los movimientos de derechos civiles. También mis padres, Bill y Evelyn, que eran maestros. Todo el mundo coincidía en la iglesia, donde se invitaba a la gente a hablar y a expresarse en una época muy convulsa. Mis padres hacían a veces de conductores para el movimiento, porque no todo el mundo conducía en esa época. Cuando nos trasladamos a Birmingham, que es donde yo nací, la familia del doctor King lo hizo también. La amistad se reforzó entonces. Bautizó a mis dos hermanos mayores cuando nacieron.

--¿Ha vivido en su piel alguna vez un acto de racismo?

--He sentido el racismo durante toda mi vida. El racismo no es otra cosa que ignorancia y miedo, eso es lo que es, sobre todo mucho miedo y yo lo he conocido desde pequeño. Pero no es solo una cuestión de piel. Para mí el racismo también tiene mucho que ver con el sexismo. Es increíble la discriminación que sufren las mujeres en cualquier parte del mundo. Por ejemplo, ahora mismo en Estados Unidos. Hay mucha ignorancia en torno a estos temas, aunque se ha mejorado desde la llegada a la presidencia de Barack Obama.

--¿Explíquenos qué hace para Naciones Unidas?

--Desde el 2009 tengo el cargo de embajador de buena voluntad de la ONU para la alimentación y la agricultura, enfocado específicamente en temas como el de luchar contra el hambre en el mundo y también la seguridad alimentaria. Eso me ha permitido viajar por muchos países y tener contacto con mucha gente, desde presidentes y primeros ministros a personas de la calle, que nos han explicado sus experiencias. Sabemos que es un objetivo ambicioso, pero tratamos de ayudar a la gente a redistribuir los alimentos y a erradicar el hambre, una plaga que afecta a más de 800 millones de personas en todo el planeta, según las últimas encuestas. También afecta a los países desarrollados, incluso aquí en Europa. Me enorgullece poder llamar la atención sobre los problemas y los desafíos a los que se enfrenta la FAO a diario.

>>Lea la entrevista exclusiva completa con el exatleta y campeón olímpico Carl Lewis en e-Periódico.