ANÁLISIS

El Belén de Luis Enrique

ANTONIO BIGATÁ

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Querido Luis Enrique: aunque el Barça probablemente le metará un capazo al Córdoba, valdría la pena que prescindieses de eso y sin fingir euforia aprovechases el parón navideño para efectuar tranquilamente una revisión crítica a cómo tienes el Belén. No lo tienes tan mal como dicen algunos, pero el montaje tampoco se halla tan debidamente encarrilado como probablemente piensas. Y, con serenidad, sin poner esa cara de dimoni dels Pastorets que gastas cuando estás contrariado, deberías ensayar delante del espejo lo de decir Gloria in excelsis deo para que en la rueda de prensa de turno parezcas más distendido.

Tu Belén está descompensado, pero no todas las anomalías son negativas. Tienes dos ángeles del portal, pero lo llevas mejor que el Madrid cuando tenía simultáneamente a Iker Casillas y Diego López. Tanto Bravo como Ter Stegen son tan sólidos que siempre acaban quedando bonitos. Otro ejemplo es que el bendito San José en que contra todo pronóstico ha acabado convirtiéndose Xavi no está nada pasado de moda. Vírgenes no tienes, creo, en la plantilla. En cambio, aunque Jordi Alba trabaje como una mula subiendo, bajando y centrando bien, Alves se te ha convertido en un buey que, sin buenas defensas, no intimida a nadie, y ya sin demasiados recursos de los otros no mete prácticamente nada, ni buenos centros ni chuts.

Los pastorcillos generales de tu Belén son irregulares, unos más grandes que otros, unos de barro y otros de plomo. Revisa y afina a Rakitic, que parece de otro Nacimiento y aunque lleve un cántaro ni distribuye nada de agua ni asume el papel que le toca. Repinta a Iniesta, que no acaba de dar el paso adelante que necesitamos y parece un residuo bonito de otra época. Pon en su sitio a Busquets: lo has dejado en medio del río de papel de plata y se lo puede llevar la falsa corriente. Y respecto a los pastorcillos-niños, aclárate; de momento no nos das pistas de si Rafinha ha de ser importante o si al final va a quedar como Munir, al que tú y Del Bosque desgraciastéis con las prisas.

Cuidado con el 'caganer'

En cuanto a los tres Reyes Magos, mas cuidado táctico. Suárez está individualmente bien pero no se ensambla ni a tiros; ahí falta trabajo de entrenador. Acaba de encarrilar a Neymar, al que todavía le pesa demasiado el oro que lleva, mientras sólo está justificado el incienso que rodea a Messi.

Pero lo principal, Luis Enrique, es que tú encuentres tu sitio. Y no te toca ser el Niño Jesús; este papel central en el Barça lo tiene reservado el Buen Juego con mayúsculas. Si te quieres poner tú, corres el riesgo de acabar de caganer. Esa figurita es una tradición muy nuestra en Catalunya pero no deja de ser  lo que es. Si te sitúas en tu sitio, trabajando mucho y con inteligencia desde fuera para que todo el Belén quede esplendoroso, el caganer del que se reirá el Barça será, como toca, el Real Madrid. No rompas ese equilibrio, por favor, querido Luis Enrique.