Barcelona 2013 espera sacar provecho del tirón de Londres

Los Campeonatos del Mundo de natación Barcelona 2013 fueron presentados ayer en Madrid con un mensaje de optimismo generalizado, una vez normalizada la preparación de Mireia Belmonte, la doble medallista olímpica en Londres 2012, y rebajada la tensión que provocó la polémica destitución de la seleccionadora de natación sincronizada, Anna Tarrés. El presidente de la Federación Española de Natación, Fernando Carpena, celebró que la capital catalana aceptara en su día su organización tras la renuncia de Dubái y adelantó el éxito en todos los sentidos, con el reto de que la representación española, tras sus mejores Juegos (cinco medallas), supere las 11 sumadas en los Mundiales de Roma 2009.

«Es difícil pero posible, a pesar del escenario nada boyante para la preparación de los equipos», dijo el dirigente en referencia a los recortes, que en el caso de la natación ascienden a cerca de un 60% respecto a la subvención que recibía del CSD. «Estoy muy satisfecho porque Mireia se está entrenando muy bien», señaló Carpena, complacido por el hecho de que la medallista de plata en Londres en 200 mariposa y 800 libre haya podido volver a entrenarse desde enero en las instalaciones del CN Sabadell a las órdenes de Fred Vergnoux después de cuatro meses sin equipo ni ficha federativa.

APOYO PSICOLÓGICO / El otro frente abierto, en la sincronizada tras el despido de Tarrés, tampoco tiene por qué afectar a los resultados. Según Ana Montero, la directora técnica, el departamento psicológico del CAR de San Cugat ha hecho un gran trabajo de apoyo y empezar a competir de forma inmediata es muy positivo: el 13 de marzo, el dúo integrado por Marga Crespí y Ona Carbo-

nell se estrena en el French Open, en abril el equipo completo va a Japón y dos semanas después se disputará el campeonato de Europa y, por último, el Infantas de España. «En Barcelona vamos a por siete medallas. En el color no me mojo, aunque espero que haya algún color nuevo», afirmó sobre la posibilidad de un oro.

La cita llega 10 años después de los anteriores Mundiales celebrados en Barcelona, en el 2003, y congregará a 2.500 atletas de 200 países, 14.000 acreditados, 1.500 medios informativos, 275.000 espectadores y una audiencia televisiva superior a 600 millones. El impacto económico para la ciudad será de 5,5 euros por cada uno invertido, como explicó Sergi Pujalte, director general de Barcelona 2013.

Las instalaciones han sido calificadas como «perfectas» por la FINA y Pujalte insistió en la gran sensación que producirá la nueva competición oficial, el High Diving, saltos en altura (27 metros para hombres y 20 para mujeres), que se llevará a cabo en el Moll de la Fusta y que se suma por vez primera a las otras disciplinas mundialistas: natación (Palau Sant Jordi), natación sincronizada (Palau Sant Jordi), waterpolo (piscinas Picornell), saltos (piscina Municipal de Montjuïc) y aguas abiertas (circuito cerrado en el Moll de la Fusta).