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El Barça certifica los pagos por espionaje en la época Laporta

Joan Laporta, en el centro, junto con Joan Oliver, exdirector general del Barcelona y uno de las dos personas imputadas en el proceso judicial, el pasado mes de marzo.

Joan Laporta, en el centro, junto con Joan Oliver, exdirector general del Barcelona y uno de las dos personas imputadas en el proceso judicial, el pasado mes de marzo.

J. G. ALBALAT / BARCELONA

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La campaña electoral para la presidencia del Barça parece que entrará en el juzgado. El FC Barcelona, como entidad, ha certificado ante el juez que el equipo del expresidente Joan Laporta pagó con fondos del club a la agencia de detectives Método 3 informes y servicios ajenos a la entidad, entre ellos espionaje a vicepresidentes, eventuales candidatos a la presidencia (a Sandro Rosell se le rastrearon sus negocios), políticos, partidos y personas a título individual. Así lo han comprobado la tesorería del club y la abogada del Barça, Maria Pascual Guiteras, del despacho González Franco, al revisar las facturas físicas que hay en los archivos del club y las registradas en el programa informático de contabilidad (el libro mayor).

El magistrado que investiga el presunto desvío de fondos del Barça requirió al club que manifestara si las facturas incluidas en un pen drive aportado al juzgado por el socio Oriol Giralt constaban en la contabilidad como recibidas y abonadas. La letrada contestó el 22 de junio. En su escrito, acompañado de una tabla comparativa, ratifica que las 80 facturas contenidas en el soporte informático «están contabilizadas» por el Barça con el mismo número, fecha e importe. Sólo una no fue abonada y, precisamente, es la que parece más real. Las facturas entregadas por Giralt se refieren a los servicios ajenos al club contratados a Método 3.

DIRIGENTES DE UNIÓ

Por ahora, hay dos imputados: el exdirector general del Barça, Joan Oliver, y el exresponsable de seguridad del club y exdirector de prisiones de la Generalitat, Xavier Martorell (CDC). Dos de las víctimas del espionaje supuestamente pagado por el Barça fueron los dirigentes de Unió Xavier Amador y Joan Recasens, que compartieron grupo municipal con Martorell en Sant Cugat. Las dos facturas han sido certificadas por el Barça.

El club sostiene que las únicas discrepancias entre las facturas del pen drive (el juez reabrió en caso para analizar su contenido) y las contabilizadas por la entidad azulgrana residen en el concepto. Así, mientras las entregadas por Giralt contienen un concepto más concreto de la «realidad» de las labores contratadas, en las registradas en el Barça figura uno «más genérico o impreciso» con el objetivo, según la abogada, de «maquillar la realidad de los servicios prestados».

CONCEPTOS MAQUILLADOS

La letrada indica, además, que los documentos coinciden con las facturas incautadas en la sede de Método 3 cuando fue registrada en el 2013. Esto demuestra, a su entender, la «falta de manipulación» de la información contenida en el soporte informático y «la realidad» de las facturas incluidas, al margen de que alguien contabilizara en el club cambiando el concepto «para que, formalmente, aparecieran como servicios más indeterminados». Estos hechos, incide la abogada, corroboran que «detrás de dichas facturas se estaban abonando servicios de espionaje totalmente ajenos a la actividad del Barça».

Expone ejemplos. En una factura relacionada con un seguimiento a Sandro Rosell figura como concepto en el pen drive y en los documentos de Método 3 con la descripción «Dpto. Presidencia-Seguridad Sr. Laporta». Mientras en la contabilidad del Barça aparece solo «auditoría de seguridad». Otro de los espionajes es el del vicepresidente Alfons Godall sobre un asunto totalmente privado.