LA RESACA DE LA COPA AMÉRICA

El año perfecto de Bravo

Claudio Bravo, en el centro, y el resto de jugadores de la selección chilena de fútbol celebran con la presidenta Michelle Bachelet la conquista de la Copa América en el palacio de la Moneda.

Claudio Bravo, en el centro, y el resto de jugadores de la selección chilena de fútbol celebran con la presidenta Michelle Bachelet la conquista de la Copa América en el palacio de la Moneda. / periodico

ABEL GILBERT / BUENOS AIRES

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Claudio Bravo se fue este domingo ayer a las playas caribeñas de Punta Cana para tomarse vacaciones después de una temporada perfecta: ganó como titular del Barca la Liga española y el premio Zamora a la portería menos vencida. Fue ganador de la Copa del Rey y la Champions, como suplente de Ter Stegen y es flamante campeón de América, además de integrante del equipo ideal del certamen junto con Messi Mascherano. «Soñaba con levantar una copa con Chile como capitán. No hay nada mejor que ser campeones de América», dijo Bravo.

En la noche festiva del sábado, el portero entró a la sede presidencial alzando el premio. Detrás iban los otros jugadores del equipo chileno. Allí, en el Palacio de La Moneda, lo esperaba Michelle Bachelet, con los símbolos de la Roja, como una hincha más. «El pueblo necesitaba triunfos. Que lo disfrute todo Chile. Siempre hemos defendido al máximo la camiseta. Esta es una generación de jugadores privilegiada. Esto es para todos lo que no lo han pasado bien y que con el fútbol les damos una alegría por todo lo mal que lo han pasado», había dicho Bravo a los periodistas, antes de tomar el micro que los llevaría a La Moneda. De repente, pasó por detrás Jorge Valdivia, otra de las figuras del equipo y, con una bronca contenida le grito a los cronistas: «¡Celebren, amargos!». Muchos jugadores estaban enojados con los medios chilenos por las críticas recibidas al inicio del torneo.

La prensa olvidó las controversias, se sumó de inmediato a la ola triunfal y consideró que la victoria por penaltis ante Argentina en la final por 4-1 será recordada con el tiempo como uno de los grandes momentos de felicidad colectiva.

Para Chile, la Copa era una epopeya por escribir. Nunca había obtenido un título. Y por eso, el entrenador, el argentino Jorge Sampaoli, los motivó en las vísperas de la final con un vídeo con la historia de los 33 mineros de San José de Copiapó. Si ellos pudieron ascender de las profundidades, ¿qué no podían realizar los jugadores? El mensaje caló hondo. Sampaoli es un nuevo héroe de ese país.

La Copa terminó con fuegos artificiales y un festejo impecable. Pero el certamen no se pudo sustraer de los escándalos de corrupción que involucran a la FIFA y a la Confederación Sudamericana (Conmebol). De hecho, la organización regional no estuvo en condiciones de pagar los premios del certamen (ocho millones de dólares) porque tiene las cuentas embargadas desde que se estalló el llamado FIFAgate.