OPINIÓN

Alonso, el mejor entre campeones

Por Emilio Pérez de Rozas

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No voy a entrar, ni salir, en la retransmisión patriótica y patriotera de Antena-3 TV, que pone los pelos de punta al más pintado, sea o no patriota español y que estoy totalmente convencido dañará, incluso, los oídos del propio Fernando Alonso, si es que tiene por costumbre repasar los videos de sus carreras.

No voy a departir sobre esa fiesta entre folklórica y deportiva que protagonizó el propio bicampeón asturiano, que no pudo resistirse a la tentación de añadirse a la celebración de "soy español, ¿a qué quieres que te gane?", en la que parecen haberse refugiado todos aquellos que pretenden tapar nuestras penurias, convertir el deporte en el opio del pueblo y ocultar las estrecheces económicas, políticas y sociales que vivimos en España. No.

Tampoco voy a defender la celebración de un gran premio que ha tenido, única y exclusivamente, como objetivo demostrar que Valencia es más que nadie, aunque haya arruinado, casi de por vida, las arcas públicas con ese espíritu tan fallero de gastarse millones y millones de euros para quemarlo todo, todo, en una matinal de carreras.

Solo voy a reiterarme en mi vieja tesis, que ustedes ya han leído en estas mismas páginas, de que estamos frente a uno de los más grandes deportistas de la historia....de España, por supuesto. Y, pronto, muy pronto, del mundo. Lo que hoy ha hecho Alonso en Valencia, partiendo desde la posición nº 11 de la parrilla de salida de un trazado en el que no se puede adelantar, es decir, en 'plan Montecarlo', no tiene nombre ni apellido o, sí, victoria apoteósica.

Basta comprobar que el bicampeón asturiano lleva 20 grandes premios consecutivos en el podio, lo que significa que su cabecita no es, por ejemplo, la de Lewis Hamilton, que hoy ha vuelto estrellar sus posibilidades de título en el morro de Maldonado. Es esa cabeza fría, calculadora, científica la que le hizo ser paciente al inicio del año cuando no tenía coche, pero fue capaz de alcanzar el liderato pilotando el bólido menos dotado.

Hoy Alonso ha logrado la victoria nº 29 de su brillante palmarés, que solo superan, de momentos, viejos mitos como Nigel Mansell (31, al que superará, ya verán), el no menos mítico Ayrton Senna (41), Alain Prost (51) y, como no, Michael Schumacher (91). Es tan grande Alonso, tanto, sus manos tan prodigiosas y su mente automovilística tan clarividente, que hoy ha compartido podio con dos viejos campeones de Ferrari, Kimi Raikkonen (coronado en el 2007 con los rojos) y 'Schumi', siete veces campeón (dos con Benetton, en 1994 y 95, y cinco seguidos con Maranello: 2000, 2001, 2002, 2003 y 2004).

Ese podio, con 10 títulos mundiales sobre el 'cajón' de Valencia, demuestra que los pillos de la F-1 han encontrado, por fin, la fórmula de convertir su especialidad, ahora sí, en una de las actividades más espectaculares del mundo. Especialidad que tiene, de momento, a Fernando Alonso como sumo sacerdote. Y lider.