Luis Enrique ya tiene todo

Casi en el último suspiro del mercado, Luis Enrique se ha salido con la suya. Ya tiene todo lo que había pedido, incluido el delantero centro que tanto reclamaba. Y no en este verano. Se fue Pedro al Chelsea (pagó 25 millones de euros) hace prácticamente un año. Desde entonces, esa figura, imprescindible para el técnico, había desaparecido del vestuario. Ahora, el Barcelona tiene la red de seguridad necesaria –Paco Alcácer es el goleador escogido y el que, realmente, ha querido venir– por si sucede algún imprevisto con el tridente. Ha renovado todo. Desde la portería al nueve, aunque sea el nueve suplente.

Cerrada, por lo tanto, definitivamente la «mejor plantilla», según reiteró el propio Luis Enrique, en sus tres años en el Camp Nou, lo que le ha costado una inversión de 123 millones de euros, superando las previsiones iniciales del club fijadas en 50 millones. Pero el Barcelona, como ha recordado el presidente Josep Maria Bartomeu, tenía recursos para asumirla.

Alcácer, el nueve que se atreve con el tridente

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En un par de meses, y siguiendo las indicaciones del entrenador asturiano, Robert Fernàndez, secretario técnico azulgrana, ha completado una renovación en la segunda unidad del grupo. Las estrellas siguen todas, incluído Neymar, a quien se espera que vuelva de Brasil –aún no ha debutado este año con el Barça– para que firme la renovación después de meses de complejas negociaciones.

No es, ni mucho menos, una remodelación estética sino que tiene mucho más calado ya que se ha rejuvenecido profundamente el grupo. Seis jugadores nuevos han llegado siendo el meta holandés Cillessen el más veterano (27 años), mientras André Gomes, Digne y Alcácer, que los cumple este martes, tienen 23, quedando Umtiti y Denis Suárez, con 22 años, como los benjamines del remozado Barcelona.

MENOS CANTERA

El club se ha visto obligado a fichar fuera lo que no tenía en casa. No solo eso. También ha prescindido de dos jóvenes de la cantera. Sergi Samper se ha marchado cedido al Granada, mientras Munir, que tenía una oferta del Celta, ha terminado inclinándose a viajar a Mestalla porque el Barça necesitaba también su presencia para cerrar la operación de Paco Alcácer.

Solo quedan ocho jugadores formados en la casa (Iniesta, Messi, Piqué, Busquets, Jordi Alba, Sergi Roberto, Masip y Rafinha). Denis Suárez, que solo estuvo un año en el Mini, no queda incluido en ese grupo. Asume el club con sus decisiones –ha tenido que invertir 123 millones de euros en comprar talento joven– que en La Masia ya no hay jugadores de nivel para completar la plantilla. Una vez hecho el balance, incluidos los traspasos, el club ha gastado 100 millones en regenerar el vestuario.

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"Nos lo podíamos permitir, el club funciona bien económicamente, por eso hemos podido hacer este esfuerzo", ha declarado el presidente Josep Maria Bartomeu al programa 'Tot Costa' de Catalunya Ràdio. 

VIAJE FUGAZ

Por eso, el Barça se marchó a Francia para encontrar dos especialistas defensivos (Umtiti y Digne), pescando después en Mestalla la imaginación ofensiva de André Gomes y los remates oportunistas de Alcácer. Precisamente, el delantero se pasó este lunes por Barcelona en un viaje fugaz, que pretendía ser furtivo, aunque no lo consiguió.

Pasó Alcácer la revisión médica previa a su fichaje por el club azulgrana y luego firmó su contrato por cinco años, volando de manera inmediata a Madrid para incorporarse a la concentración de la selección española. Al Barça, además, se le coló una foto promocional del exjugador del Valencia con la camiseta de entrenamiento azulgrana en su web oficial. Rápidamente, el club retiró esa imagen hasta que hoy se haga oficial el acuerdo con el Valencia por 30 millones de euros y cinco en variables.

SIN PRESENTACIÓN

No hubo, por lo tanto, la tradicional presentación oficial, que se ha retrasado hasta la próxima semana una vez vuelvan los internacionales al Camp Nou. Cuando regresen todos, Luis Enrique disfrutará, al fin, de la plantilla que había reclamado para encarar su tercer año en el Camp Nou, coincidiendo, además, con la finalización de su contrato por lo que la incógnita sobre su futuro planeará en todo momento.

Después de aligerar la plantilla como exigió (Douglas al Sporting, Samper al Granada y, finalmente, Munir al Valencia) para sellar la revolución en la segunda unidad, Luis Enrique tiene entre sus manos más recursos que nunca. Tiene eso sí, la gestión del tridente, al que no dio descanso apenas cuando han coincidido en el once inicial como su gran desafío. Pero Luis Enrique tiene al delantero (Alcácer) que perdió con la marcha de Pedro.