UN INFRAESTRUCTURA ENTRAÑABLE

Adiós a 80 años de historia

Vista general del estadio del Badalona, ubicado en la avenida de Navarra, que empezará a ser derribado este domingo

Vista general del estadio del Badalona, ubicado en la avenida de Navarra, que empezará a ser derribado este domingo / periodico

XAVI CHICA / BADALONA

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Este domingo Badalona se despedirá de uno de los recintos que más ha hecho soñar, cantar, sufrir y llorar a los amantes del deporte en la ciudad. El vetusto estadio de la avenida de Navarra, a los pies de la autopista C-31, empezará a demolerse tras casi 80 años de historia, una dilatada existencia que lo ha convertido en uno de los campos de fútbol más antiguos de Catalunya desde que se inauguró a inicios de la guerra civil, en octubre de 1936. Solo el Camp d'Esports de Lleida, construido en 1919, presume de una mayor antigüedad, si bien este último fue reformado totalmente a principios de los 90 con el ascenso del Lleida a Primera División.

La Badalona republicana de 1936 hoy está gobernada por el Partido Popular. Sirva el apunte político meramente para entender cómo cambian las cosas. Todas, excepto este estadio que parecía imperecedero, inmutable al paso del tiempo, a todas luces entrañable. Para despedirlo, se hará allí un acto de homenaje (11.45 horas) abierto a toda la ciudadanía y en el que también se rendirá tributo a los socios más antiguos del club. Acto seguido se efectuarán de manera simbólica los primeros trabajos de derribo.

Era obvio que el Club de Fútbol Badalona necesitaba una nueva instalación. De hecho, hace ya 15 años que se presentó una maqueta de lo que debía ser el nuevo estadio, pero la espera --con unos cuantos convenios no ejecutados de por medio-- se ha hecho casi eterna. "Ahora esperamos que la primera piedra del nuevo estadio se ponga en abril de 2015 y que en la campaña 2016-2017 ya podamos empezar la temporada en él", explica el presidente, Miguel Ángel Sánchez. El dirigente añade que la "gran gestión" de su junta directiva ha permitido desbloquear una situación que estaba abocando al club "a la desaparición".

El nuevo estadio se ubicará en un terreno a pocos metros del campo de la Travessera de Montigalà, donde el equipo juega temporalmente en este compás de espera. En una primera fase tendrá capacidad para 5.400 espectadores, ampliable a 10.000 en caso de ascenso al fútbol profesional.

Una ducha en Tercera

El estadio de la avenida de Navarra tuvo la particularidad de ser un aliado para el equipo y a la vez un obstáculo para su crecimiento. "Hubo años en que para nuestros rivales resultaba casi imposible ganar en el campo del Badalona debido a sus características. Pero cuando construimos un equipo para subir a Segunda A con Miguel Álvarez, se nos quedó pequeño para desplegar el juego que queríamos", dice el exjugador Albert Càmara, actual técnico del Mollet.

El mítico central recuerda las bromas que vivió en el viejo vestuario el año en que aterrizó en la entidad. "Era el 2002, jugábamos en Tercera y ¡solo funcionaba una ducha del vestuario! No te podías despistar nada, a la que lo hacías ya se habían desvestido tres compañeros y te tocaba una buena espera".

Para el periodista deportivo Xavi Saisó el de mañana también será un día triste y emotivo. El locutor de la SER se crió en una casa adosada al estadio y aprendió a andar en el mismo césped del campo. Y no solo eso. "Desde la terraza de nuestro hogar se veía perfectamente el campo. Se veía tan bien, que varias emisoras que seguían a los equipos visitantes vinieron allí a narrar los partidos. De ahí nace mi pasión por la radio", explica Saisó. Su padre, Joan, uno de los socios más antiguos del Badalona, fue testigo en 1953 del partido contra el Barça que conmemoró las bodas de oro del club escapulado. "Kubala se acabó de recuperar de una enfermedad que tuvo en una clínica de Badalona. En señal de agradecimiento a la ciudad, jugó media parte con la camiseta blaugrana y la otra con la nuestra", recuerda.

Llegados a este punto, la nostalgia se mezcla con un futuro esperanzador que obliga a ser ambiciosos. "Es un momento triste, sí, pero la vida evoluciona. Este estadio se había quedado obsoleto y somos una ciudad lo suficientemente importante como para subir a Segunda algún día"», reflexiona el actual secretario de la entidad, Francesc Serra. Y es que mucha gente en Badalona sigue pensando que el fútbol se volverá a equiparar, tarde o temprano, con el baloncesto.